Hablemos de la Statina, recordemos que en la actualidad utilizamos decenas de dispositivos que emplean una pantalla táctil. Mediante toques ‘directos’ sobre la superficie de la pantalla, podemos interaccionar, meter datos y dar órdenes al dispositivo. Aunque las pantallas táctiles comenzaron a ser famosas en ordenadores públicos o cajeros automáticos, hoy en día forman parte de nuestro día a día a través de los smartphones o las tablets.
Actualmente para fabricar una pantalla táctil, necesitamos un cristal transparente, bajo el cual se sitúa una lámina que permite a los usuarios interaccionar directamente con la superficie del dispositivo. La primera pantalla táctil fue fabricada en 1971 en la Universidad de Kentucky.
Cuarenta años después, la tecnología para construir pantallas táctiles ha evolucionado mucho. Dependiendo de si se trata de pantallas capacitivas o resistivas, el modelo de fabricación será diferente. En el primer caso, existe un panel de cristal, en cuya superficie se sitúa un conductor y una capa con resistencia metálica. En el segundo caso, la capa almacena cargas eléctricas, y una pequeña porción de esa carga es transmitida al usuario cuando toca la pantalla.
De esta manera, los circuitos localizados en la pantalla pueden medir la variación de carga eléctrica, actuando como una especie de sensores para conocer dónde se ha situado el contacto de los dedos del usuario con la pantalla táctil. Un complejo diseño que hace de esta tecnología algo muy sofisticado, pero que no evita que sean muy utilizadas en nuestro día a día.¿Es posible fabricar pantallas táctiles en cualquier superficie?
Dado que el uso de pantallas táctiles es tan común y habitual en nuestros días, contar con alguna forma de transformar cualquier tipo de superficie que se nos ocurriera sería una idea de aplicación inmediata. Así lo han entendido científicos de la Nanyang Technological University, que han desarrollado un método por el cual podríamos construir cualquier tipo de pantalla táctil donde se nos ocurriera, incluyendo en materiales tan “extraños” como madera o vidrio.
El sistema, al que han denominado Statina (Speech Touch and Acoustic Tangible Interfaces for Next-generation Applications), utiliza sensores de vibración de tipolow-cost. Gracias a ellos, y al desarrollo de un algoritmo específico, podríamos utilizar cualquier superficie como pantalla táctil, ya que sería posible localizar dónde se ha producido el contacto directo de nuestros dedos con un punto específico del material.
Este trabajo es el resultado de las investigaciones del equipo del Prof Khong en los últimos cuatro años, y ha sido publicado en la revista Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE) Journal. Su idea ahora se basa en conseguir un sistema más compacto para que pueda ser llevado al mercado, mediante la introducción de pequeñas cámaras ópticas.
Esta innovación permite convertir superficies como la madera, el aluminio, el vidrio o el plástico en pantallas táctiles poco habituales. Probablemente, y dada la importancia de las pantallas en nuestra vida diaria, tendrá mucho éxito comercial cuando esta invención llegue al mercado en un futuro más o menos próximo.