Revista Cultura y Ocio
"En el momento de su trágico suicidio en septiembre de 2008, David Foster Wallace era el escritor más destacado de su generación, el que había abierto el camino más novedoso y al que los demás, de forma directa o indirecta, tomaban como guía."
Tengo en casa un estante dedicado a biografías. Es, casi con total seguridad, mi estante más personal ya que si compro una biografía suele ser porque me atrae la persona de la que trata, no es un género en el que entre "por probar". Hoy traigo una de ellas a mi estantería virtual, se trata de Todas las historias de amor son historias de fantasmas. Una biografía de David Foster Wallace.
Supongo que todos los lectores tenemos un puñado de escritores que nos atraen poderosamente. David Foster Wallace tal vez ha sido de los últimos en conseguir que sus seguidores se contasen tanto por su obra como por su propia personalidad. De este modo, cuando en septiembre de 2008 se colgó en el porche de su casa, muchos fuimos los que contuvimos el aire esperando... en realidad no sé qué esperábamos.
David Foster Wallace nos ha dejado varias novelas, ensayos, cuentos... pero siempre que se habla de él, nos viene a la cabeza La broma infinita, es inevitable. Y por eso también la encontrarnos este libro lleno de referencias a dicho título y de pequeños detalles personales que luego pudimos leer en él convirtiendo esta biografía, al menos a ratos, en una suerte de homenaje a su broma.
Ahora debería de decir que en este libro conocemos a Wallace. Y es cierto que descubrimos el motivo de sus perennes pañuelos, que nos hablan de timidez, miedo al rechazo, adicciones, Alcohólicos Anónimos, problemas de adaptación, obsesiones, nervios... nos descubren a un hombre que es como un caleidoscopio de fantasmas dispuestos a atormentarlo y ni aún así nos sentimos apenados. Simplemente nos fascina. Y descubrimos el eco de sus fantasmas en sus obsesiones a lo largo de su obra, la televisión, el aburrimiento, el sistema, el capitalismo... y comprendemos la fascinación que provocaba. Ese punto de anormalidad condensado en mil manías que hace que no apartemos la vista de su persona, exactamente igual que muchos caímos rendidos a su obra.
Este libro que comienza hablando de las reacciones a la muerte de Wallace, no va dirigido únicamente a quienes leyeron su obra (aunque leerlo puede ocasionar unas tremendas ganas de acudir a ella), y eso es precisamente lo bueno. Nos permite acercarnos a un niño normal, un estudiante brillante, y un hombre torturado por sus fantasmas, y de este modo conocer al que ya es uno de los grandes nombres de la literatura contemporánea. El autor, que no conoció a Wallace salvo por verlo una vez en persona, se documenta de forma minuciosa hablando con amigos y parientes y teniendo acceso a materiales inéditos, cartas y entrevistas. De este modo, consigue que con este libro el lector se sienta como una suerte de amigo imaginario del desaparecido escritor. Como si pudiéramos ir a su lado, como el mejor de sus amigos (y tal vez el único) al que nadie puede ver.
He disfrutado mucho de esta lectura, por eso a sabiendas de que me estoy repitiendo, insistiré en que no es una biografía para fans, sino para cualquiera que sienta curiosidad por una de las voces literarias contemporáneas.
Y vosotros, ¿os animáis a leer biografías alguna vez?
Gracias
PD. No me resisto a poner la primera cita que aparece en el libro sobre una fotografía de Wallace:
"Lo que pasa por dentro es simplemente demasiado rápido y enorme y completamente interconectado para que las palabras consigan algo más que apenas esbozar los contornos de como mucho una parte diminuta de ello en cualquier momento determinado."
El neón de siempre
David Foster Wallace