Fecha de publicación: 10 de Septiembre de 2015Número de páginas: 144
Sinopsis: Ser adolescente no es nada fácil, y menos aún si, como Véronique, se vive con un padre y una madre un tanto especiales, que no puede comunicarse como el resto del mundo. Fuera de las paredes de su casa, la gente cuenta historias, se enfada, ríe y ama. Los padres de Véronique también hacen todo esto, pero con las manos: son sordomudos. Las pequeñas anécdotas e historias familiares son tan irreverentes como reflexivas, tan sencillas como profundas, tan singulares como cercanas a nuestras experiencias. De lo que podría haber sido un drama, Véronique Poulain hace una comedia: un libro único sobre una familia que también lo es.
Opinión personal
Al leer la sinopsis pensé que se trataba de un libro juvenil de ficción en el que su protagonista está enfadada con el mundo por tener unos padres diferentes. A pesar de ello me llamó la atención por resultarme interesante conocer otra realidad familiar de cerca. Lo que no sabía es que se trata de una historia basada en hechos reales, y más que una novela como tal, se trata de un álbum de recuerdos de su autora.
'Todas las palabras que no me han dicho' es un libro en el que Veronique Poulain se confiesa y cuenta de primera mano como la minusvalía de sus padres ha afectado en diferente medida a lo largo de su vida. Cuando era una niña estaba enfadada con todos los demás por mirar a sus padres como si fueran bichos raros o por no poner de su parte para intentar comprenderles cuando se dirigían a ellos. En la adolescencia, en plena etapa de rabia y rebeldía estaba enfadada con ellos mismos, a pesar de saber que no habían elegido ser sordos y no podía culparlos por ello. En la actualidad, ya adulta y con hijos, no puede estar más orgullosa de sus padres y todo lo que consiguieron.
¿Qué tienen tus padres?
¿No son normales?
¿Por qué tienen esa voz?
¿Son sordos del todo u oyen al menos un poquito?
¿Quieres decir que ni siquiera oyen la música?
¿Nacieron así?
¿Y cómo es posible que tú no seas sorda?
Pues qué raro. ¿Cómo lo has hecho para hablar?
¿Y hablas con las manos?
Si tienes hijos, ¿también serán sordos?
Las preguntas que me hacen en el colegio me horripilan. Siempre las mismas. Sin cesar. Todo el tiempo.
Se trata de una lectura realmente ligera, tanto por la forma de narrar las anécdotas, como la presentación por capítulos cortos que apenas ocupan más de tres o cuatro páginas. Por eso, y por la importancia de las reflexiones que recoge, recomendaría a todo el mundo leer esta novela y ponerse por unas horas en la piel de Veronique y de sus padres.
