Una cuestión que hemos corroborado una vez más en la actual
crisis, que ya dura demasiado, es la importancia que tienen los equipos de forma
global, y las personas en forma particular, para ayudar a las organizaciones a
poder serpentear y afrontar, no sin dificultades, las incertidumbres y problemas que todo tipo de organización
tiene.
Las personas responsables de la dirección de las empresas, sean
o no propietarios, tienen tantos frentes abiertos que muchas veces se puede
caer en el error de perder enfoque.
En Tatum, observamos con demasiada frecuencia que los
Responsables de los departamentos de la empresa, se involucran con gran ímpetu en
sus respectivas tareas asignadas, Financiero, Marketing, Comercial, Producción,
etc. y RRHH en muchas ocasiones se tiene que limitar a gestionar de la mejor forma que le es posible, y en muchas ocasiones con enorme esfuerzo y
pocos recursos, a intentar que el conjunto de las personas estén alineadas con
los objetivos globales de la empresa.
¿Que observamos en la mayoría de las empresas con situación
de focalizar? Que todas las personas son
tratadas de la misma forma, son tenidas en cuenta de la misma manera, y con eso
solo se consigue ir germinando una cultura de café para todos.
Hay nervios, hay
tensión, hay incertidumbre, hay mucho trabajo que realizar, todo el mundo lo
sabe, pero lo cierto es que no todo el mundo, no todas las personas
involucradas, responden de la misma forma.
¿Qué estamos generando? Sin darnos cuenta al no poner
también el foco en las personas, al tratar a todos por igual, al no distinguir los
diferentes grados de implicación, estamos creando un entorno que favorece a los malos profesionales.
Para evitarlo, desde Tatum, recomendamos primero la creación de un mapa donde
situar a cada uno de los miembros de nuestra organización en torno a dos ejes,
uno resultados (medible) eje cuantitativo y otro eje cualitativo donde medimos
el grado de implicación con los objetivos y valores de la empresa.
El mapa podría resultar por ejemplo así:
Es evidente que no podemos tratar a todos por igual, y ya no se trata de diferenciar en sueldos, se trata de dar mayor protagonismo a los empleados Star que a los de bajo resultado y bajo potencial. Podemos y debemos darles más reconocimiento, pedirles más su opinión, darles en definitiva algún tipo de estimulo que evidencie que no tratamos a todos por un igual. Si no lo hacemos y por tanto tratamos a todos por igual, podemos caer casi con seguridad que a la larga los empleados Star, acaben por ser castigados al recibir el mismo trato, en empleados con menores resultados y sobre todo dañinos, en perdida de aporte de talento. ¿Fácil?, nadie nadie dijo que lo fuera, pero como suelo decir, piensa que no estás solo, y pasa a la acción.
