Todavía era pronto para que nos dejaras Nicky

¡Sigue dando gas ahí arriba campeón! Nadie podría imaginar lo que te pasó el 17 de mayo en la ciudad de Rimini, pero todo el mundo entendía tu pasión por las dos ruedas y las ganas y vitalidad que tenías de vivir. Siempre te llevaremos en el recuerdo porque tu dedicación y constancia siempre estarán latentes. 

No he querido hacer mucho eco del fatídico accidente que sufrió Nicky Hayden, expiloto de MotoGP y campeón del mundo en 2006 con Honda, porque no quería aceptar que los médicos ya sólo esperaban un milagro. No quería que llegara el momento de enfrentarme a escribir un artículo que si ni siquiera sé cómo empezar. La gravedad de sus lesiones no le han dejado seguir viviendo su sueño y ha fallecido 5 días después del accidente.

Actualmente Hayden competía en el campeonato FIM Superbike World Championship, pero su historia en el mundo del motociclismo comenzó cuando tan sólo tenía 3 años. Completo dominador del dirt track apostó a lo grande y compitió en la categoría reina del mundial de motociclismo desde 2003 a 2013 y logró un título mundial en 2006. Lo recuerdo como si fuera ayer: Las gradas del Circuito Ricardo Tormo echaban chispas, el mundial se decidía en aquella carrera y nadie pudo creer que un constante estadounidense finalmente le ganara la batalla a Valentino Rossi que se fue al suelo y le dio a Nicky su momento de gloria. Años después fueron compañeros en Ducati.

Me quiero centrar en ese momento. En el cual, Nicky no se creía que iba a ganar y estoy segura de que los nervios se apoderaron de él cuando supo que ‘Il Dottore’ había caído, pero fue entonces cuando agarró fuerte los mandos y acabó la carrera llorando debajo del casco, soltando toda la presión y llenando su cuerpo de pura felicidad.

Esa felicidad y tus lágrimas alzando la bandera estadounidense quedarán grabadas en el corazón de los moteros que hoy lloramos tú pérdida. Todos los pilotos se han volcado en las redes sociales y el vacío que dejas va a ser muy grande. En el paddock se te conocía como The Kentucky kid y siempre seguirás siendo un gran campeón.

Me quedo con esa sonrisa que me regalaste en el paddock

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