Revista Cultura y Ocio

Todo el bien y todo el mal. Care Santos

Publicado el 19 febrero 2019 por Carmina
Todo el bien y todo el mal. Care SantosCare Santos llegó a casa por mi hijo mayor, un día en la libreria se acercó a un libro, su titulo Arcanus y un nombre, no me fijé que en el lomo lucía un numero uno, y que por tanto era una serie, más tarde descubrí que de trece libros, y todos en aquel momento no estaban publicados. El pequeñajo que entonces no era ni adolescente devoraba los libros en cuestión y no me daba tregua para comprar el siguiente. En mi pueblo no había librerías, tan solo papelerías donde vendían libros y Amazón no estaba a un click como ahora, por que ya tiene una edad el muchacho. Aún siguen en la estantería pero nadie más se ha interesado por ellos, a mi hijo pequeño no le gusta leer y mis sobrinos no parece que les guste ese tipo de lecturas, pero aún así guardó tan buenos recuerdos de esa época en la que me volvía loca buscandoselos que me da pena donarlos.
Después la descubrí en Habitaciones cerradas, que me encandiló y por casa andan muchos otros títulos que aún no he podido leer, porque la lista de libros que hay en casa es infinita y el tiempo tan puñeteramente escaso que no encuentro hueco para ellos, pero llegará el día en que me vengaré y me daré un atracón. Es un libro que he prestado muchísimo tanto a adultos como a adolescentes, esto último porque durante unos años fue lectura obligada en el IES de mis hijos y como la gente que me conoce sabe que leo, pues me preguntan por si acaso, así que el pobre ejemplar está bastante manoseado.
Hace dos años si no recuerdo mal, una de las lecturas obligatoria del IES del peque fue Mentira, y le gustó tanto que cuando se publicó Verdad se lo compramos, pero no le entusiasmo tanto, así que no se si compraré el final de la trilogía. Pero eso es otro cantar y como siempre me voy perdiendo en detalles que vienen poco al cuento, o igual vienen más de lo que yo creo
La Autora: 
Todo el bien y todo el mal. Care SantosCare Santos nació en Mataró en 1970 y es autora de diez novelas entre las que destacan Habitaciones Cerradas (2011), adaptada a la televisión en 2014, El aire que respiras (2013), Deseo de chocolate (2014, premio Ramón Llull) Diamante azul (2015) y Media vida (Premio Nadal 2017). Su obra ha sido traducida a más de  veinte idiomas, incluyendo el inglés, el alemán, el francés, el sueco, el italiano y el holandés. Es colaboradora de El Periódico y de la revista Mujer Hoy.
Podéis encontrarla en:
www.caresantos.com

@CareSantos
Sinopsis: 
Reina tiene un marido, un exmarido , un amante, un hijo adolescente, un buen sueldo y un trabajo que le apasiona y al que se dedica en cuerpo y alma. A Reina le gusta su vida. Aparentemente lo tiene todo, o por lo menos eso piensa ella. Hasta que, durante uno de sus viajes de trabajo, de repente sucede algo en su casa que lo cambiará todo, y que le demostrará de la peor manera hasta que punto es vulnerable.
Asi es como empieza para la protagonista de esta novela un largo camino de regreso, en el que lo peor que tendrá que afrontar no es la extenuante espera en aeropuerto cerrado por una ola de frío siberiano, sino el vértigo que le provoca revisar su vida en busca de la verdad y tener que enfrentarse a ciertas preguntas incómodas: ¿Cuáles son las personas imprescindibles en nuestra vida? ¿Qué consecuencias tienen las malas decisiones? ¿Qué seriamos capaces de hacer en las circunstancias más terribles? ¿Conocemos realmente a nuestros hijos? ¿Nos conocemos lo suficiente a nosotros mismos?
Todo el bien y todo el mal es sin duda una de las novelas más ambiciosas y valientes que ha escrito Care Santos, en la que se nos muestra la frágil telaraña de nuestras relaciones familiares y personales, y lo complicado que resulta mirarse al espejo.
Mis impresiones:
Nos encontramos ante una novela intimista, quizás la más intimista de las que he leído hasta el momento de la autora. En ella rompe los esquemas literarios a los que tiene nos tiene acostrumbrados una historia familiar narrada en dos tiempos. Y no es que no nos encontremos con una familia, que aunque muy peculiar la hay, ni tampoco nos encontremos con dos tiempos, porque la mente de Reina bucea en su pasado para aprehenderse a sí misma y buscar una razón para lo que ha hecho su hijo.
Quienes hayan leído a Care Santos se darán cuenta que nos encontramos ante una apuesta, no se si arriesgada o no porque su narración es tan impecable como siempre, pero sin duda ha salido de su zona de confort y nos ha presentado a una mujer que se va resquebrajando en un viaje interior que la deja devastada y menos segura de sí misma.
La novela empieza y termina de la misma manera, con unas misivas que parecen no tener ninguna relación con el resto de la novela y supongo que hacia ahí apuntará la segunda parte de esta historia,  porque nos encontramos ante una bilogía, y se puede constatar no solo por las cartas que tienen como protagonista al padre de Reina, si no también porque una de las tramas que maneja la novela queda tan sólo insinuada y mira por donde no se por donde tirará Care pero es la que a mi en estos  momentos más me apetece saber como va a terminar.
La historia que nos cuenta Care transcurre en apenas 24 horas en un aeropuerto de Bucarest cerrado al tráfico aéreo por un terrible tormenta siberiana a la que llaman la Bestia del Este, en ese momento la angustia de una madre que acaba de recibir una de las peores noticias que puede haber, nos atenaza el corazón hasta el punto de meternos en su piel y calzar sus zapatos, sufrir con ella y hacernos las miles de preguntas sin respuesta que ella se hace.
Nos encontramos con una historia a ritmo de thriller y golpe de teléfono móvil, el único nexo de unión con el lugar donde debería estar en ese momento, sin embargo conforme avanza la novela, en la medida que Reina va tranquilizándose y tomando conciencia que no puede hacer nada por acelerar su vuelta a casa también se va volviendo más intimista y reflexiva, con un viaje interior que va abriéndole heridas que había logrado arrumbar, y le hace preguntarse si realmente ha tomado las decisiones adecuadas en su vida.
Care Santos aborda en esta novela temas muy actuales, las relaciones de pareja, la maternidad, la adolescencia, la relación de padres entre padres e hijos, e incluso con las parejas de sus padres, la pedofilia, la investigación farmacéutica, las relaciones laborales, la conciliación de la vida laboral y familiar, el alzheimer.... distintos y variados temas que a mi me han hecho reflexionar, me han montado en un carrusel de emociones, me han hecho jurar en arameo en un par de ocasiones y cambiar en  más de una mi opinión sobre un personaje a medida que avanzaba la trama.
Me ha hecho pensar sobre todo la forma en que trata la adolescencia, Care es madre de tres adolescentes, en muchas ocasiones pienso como puede convivir con tanto saco de hormonas en plena esfervescencia, porque yo con uno solo voy servida. Esta novela ha despertado uno de mis peores miedos, uno que ya creía dormido, y que sin embargo me ha revelado lo frágil que es la existencia, y lo mejor de todo es el respeto con el que trata ese periodo de la vida que tan difícil resulta a padres e hijos, he disfrutado con Reina Gené, con la forma en que ha abordado esa conversación con su hijo al día siguiente de haberse intentado quitar la vida y he interiorizado esa promesa que le arranca en el último momento.
"Y por último y lo más importante: móntatelo como quieras, hijo mío, me da lo mismo si te haces ladrón de banco o escalador de ochomiles, pero hagas lo que hagas con tu vida _que también es un poco mía_, hazlo de modo que me entierres tu a mí".
El acierto de la autora en esta novela no se encuentra solo en la temática que aborda capaz de conmover al lector, si no también en los personajes complejos y llenos de matices que nos presenta, algunos con más sombras que luces que iremos descubriendo a lo largo de la lectura y cambiando nuestra forma de verlos y la impresión que nos causan en un primer momento. Dibujados con gran maestría la instropección de Reina nos lleva a conocer a los hombres de su vida, a su amigo, a su madre Cristina, a su padre José Gené y a su abuela Reina, un personaje que me enamoró a primera vista y sobre el que no me importaría volver a leer.
Con un equilibrio perfecto entre la reflexión y el diálogo ágil, la prosa de Care Santos nos adentra en la historia de una mujer que se ha hecho a sí misma, que ha tomado decisiones equivocadas, que se ha visto obligada a claudicar en ciertos temas y edificar su futuro sobre una mentira que ha condicionado su futuro, el de su marido y el de su hijo. La Reina triunfadora, capaz de detectar a los mejores profesionales a través del lenguaje no verbal se va resquebrajando a los ojos del lector, antepone su faceta de madre, abandona el trabajo e intenta volver por todos los medios a Barcelona, y solo cuando se ha convencido de que no lo va a poder hacer usa toda la tecnología a su alcance para manejar los hilos a golpe de móvil, tablet y ordenador.
Es el momento de cuestionarse la vida que uno lleva, de país en país, de hotel en hotel, lejos de su  marido y de su hijo, sin tiempo a penas para dedicarse a sí misma y a sus aficiones, 24 horas de soledad y angustia dan para mucho, también para tomar la decisión correcta, poner un poco de tranquilidad en su vida, dedicarse más tiempo a los suyos y menos a un trabajo tan absorbente.
Y es que si algo se puede vislumbrar en esta historia es como se las gastan las multinacionales en sus contratos, no importa lo que paguen por un profesional pero las clausulas de blindaje son salvajes, Reina abandona el trabajo sin pensar lo que firmó en su día, pero por un lado su jefe y por el otro un candidato se lo recuerdan. Y es que a través de esas conversaciones conocemos como trabaja Reina, que técnicas aplica, que valora y que le hace ser la profesional más cualificada del sector. Pero también conocemos las practicas amorales o incluso inmorales de la industria farmacéutica, conocemos la historia de Ulf y nuestra opinión sobre él cambia radicalmente, aunque no va a ser el único personaje que nos hará cambiar de opinión.
Y por último nos adentramos en el mundo de los adolescentes, las relaciones que mantienen entre ellos, las lealtades y deslealtades, Reina se pregunta como fue incapaz de ver que le pasaba a su hijo, como iba languideciendo a su lado, como sus amigos o los que ella creía que lo eran sabían lo que ella ignoraba y no había sabido vislumbrar. Y lo que más me ha llamado la atención es la reacción de la madre de Arnau, su falta de sensibilidad, las acusaciones que vierte sobre la madre angustiada, me dieron unas ganas de darle un par de gritos y desahogarme, espero no tener yo la misma insensibilidad si algún día recibo una llamada solicitándome ayuda.
Conclusión:
Si habéis llegado hasta aquí, os habréis dado cuenta que Todo el bien y todo el mal me ha proporcionado horas de placer literario y angustia, lo primero por la prosa y saber hacer de Care Santos que como siempre es impecable, elegante, sencilla y fluye sin artificios, en mi caso montada en una noria de sensaciones y metiéndome en la piel y  los zapatos de esa madre que hace una viaje a su interior y su vida para encontrar un solo motivo que explique lo que su hijo acaba de hacer.
Merece un diez ese equilibrio entre la reflexión y los diálogos que nos adentran en la sicología de los personajes, en su pasado y su presente, que van construyendo la trama a golpe de reproche y frases lapidarias que golpean al lector y le hacen parar, releer, avanzar y retroceder por puro placer, y le obligan a pensar, a reflexionar, no es una novela que deje indiferente al lector.
Y por último destacar el acierto de Care en todos y cada uno de sus personajes, no hay ninguno de ellos desdibujado y aunque la protagonista absoluta es Reina los secundarios son igual de ricos en matices, dotados de diferentes perfiles sicológicos con muchas sombras que alumbrar.
Una novela con nudos que deshacer, con piezas que ordenar, un verdadero rompecabezas que hará las delicias de cualquier lector

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