Como cada año llega el otoño y la agenda sanitaria se llena de recomendaciones de vacunar contra la gripe. La evidencia científica documenta que es poco menos que inútil, además de peligroso (toda intervención sanitaria implica un riesgo y las vacunas no son una excepción). Pero da igual. En el Reino Unido (y el Reino de Spain que para esto NO is diferent), la Organización Mundial de la Salud (OMS) -tan desacreditada por esto mismo-, el Centro para el Control de las Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC)… todos recomiendan vacunar a todo el mundo de todo y cuantas más veces mejor. Insisto, contra toda lógica y razón científica.
Sabemos que ha llegado el otoño no porque nos vendan nueces sino la vacuna de la gripe. La supuesta unanimidad en la venta de la vacuna de la gripe no significa nada respecto a su fundamento científico. Por eso siempre hay excepciones:
[flu vaccines] are effective in reducing infection and school absence in children over 2 years old, but there is no evidence that they reduce transmission, hospitalisation, pneumonia, or death.
Es decir, la vacuna disminuye los síntomas en los niños y adolescentes que tienen gripe-gripe, gripe de verdad, gripe producida por los virus de la gripe contra los que se han vacunado. Esto, en el mejor de los casos, en torno al 15% de los que tienen un cuadro clínico de gripe (la mayor parte de las personas con gripe, el 85%, no tienen gripe sino una infección por cualquier virus tipo adenovirus y otros) pero la vacuna no disminuye ni la transmisión de la gripe, ni las hospitalizaciones, ni las neumonías, ni las muertes.
Las revisiones sistemáticas de los estudios científicos publicados que han hecho en el centro Cochrane, referente indiscutido de la llamada medicina basada en la evidencia, la actual, la moderna o hegemónica, no la recomiendan. Ni para niños con cáncer y quimioterapia. Ni en niños con broquiectasias (una dilatación anormal e irreversible del árbol bronquial). Ni en niños con asma. Tampoco para los menores de dos años en los que la vacuna tiene efectividad similar al placebo.
Todo ello con las consabidas reacciones adversas:
The UK government has told parents whose children developed narcolepsy after receiving the swine flu vaccine that it will reconsider their compensation claims, after previously rejecting them on the ground that no causal link had been proved”.
Os lo escribo en la lengua de Cervantes: Reconocida narcolepsia en niños que recibieron la vacuna contra la gripe A. Ha habido epidemia de ello en Europa.
No en España, en buena medida por la campaña que cientos de profesionales sanitarios desarrollaron bajo la denominación GripeyCalma.
Está bien buscar lo positivo en lo negativo de la pandemia de gripe 2009-2010 como hacen algunos científicos y publica El País (aunque el último párrafo parece más bien propaganda de la nueva vacuna). Pero la pandemia se demostró falsa y hubo “pelotazo” de las farmacéuticas, secuelas graves en niños vacunados aparte (ya lo hemos mencionado).
Muy instructivo resulta este debate profesional (lo puede disfrutar cualquiera) en el Colegio de Médicos de Bilbao. Observad cómo la “venta” de la vacuna de la gripe se realiza con anécdotas y márketing del miedo. El rechazo a la vacunación contra la gripe, sin embargo, se hace con datos concretos y documentación científica. Los ponentes son José Luis Cañada, médico de atención primaria y coordinador de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y Juan Gérvas, ex médico de atención primaria y miembro del comité de vacunas de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas).
Modera Rafael Olade, Secretario del Colegio interesado por una postura científica. Contrasta ello con la noticia ofrecida por dicha entidad en su web, en la que se vuelve a argumentar que hay que vacunar porque el virus cambia, sin añadir, además, que la vacuna es efectiva apenas unos meses.
Me quedo con una idea de las muchas expuestas: En Polonia, país que decidió no ofrecer la vacuna de la gripe a su población, hubo 181 muertos por la pandemia entre 39 millones de habitantes. En España se vacunaron dos millones de personas y los datos son 271 fallecimientos de un censo de 47 millones.
Aquella pandemia, que por suerte NO fue, nos dejó algunas lecciones. Muchos las hemos aprendido. Otras personas prefieren permanecer en su “zona de confort” y actuar contra sus principios científicos.