Revista Cine
A simple vista, “Dr. House” se puede clasificar como una serie televisiva de médicos, en la misma línea de “E.R.” o “Grey’s Anatomy”; pero al observarla detenidamente, y con el paso de los capítulos, se convierte en un tratado sobre la condición humana.
La primera temporada se estrenó a finales de 2004. Desde los primeros episodios la figura del egocéntrico Gregory House, médico especializado en diagnósticos, se convierte en el principal atractivo. A sus manos llegan los casos complicados, los que parecen no tener solución; la mayoría son resueltos por él y su equipo.
El atractivo de la serie radica en que la enfermedad del paciente de turno sirve de pretexto para exponer los diversos conflictos del ser humano.
A lo largo de más de 170 episodios, y el diagnóstico de enfermedades extrañas, médicos y pacientes enfrentan sus miedos, frustraciones, traumas, obsesiones, vicios, y todos aquellos defectos y virtudes que se esconden en su interior.
Al tiempo que se identifican los síntomas médicos, el grupo cuestiona dogmas y prejuicios, propios y ajenos, para al final descubrir que la ciencia y la tecnología ayudan a curar enfermedades raras, pero de poco sirven para cambiar a las personas.
House es cínico, poseedor de un sentido del humor agudo y negro, capaz de racionalizar hasta el más sublime sentimiento. Su forma de ser lo lleva a criticar todo a su alrededor, cosas y personas; su filosofía de vida se cimenta en que “todo el mundo miente”.
Las primeras tres temporadas fueron lo mejor de la serie. A partir de la cuarta empezaron las fisuras en el elenco, los casos se volvieron repetitivos y se cayó en la rutina; pero los productores se las ingeniaron para hacer que llegara hasta la octava, que dará fin a las peripecias del carismático doctor.
El episodio 21, de la primera temporada, llamado “Tres historias”, fue calificado por algunos críticos como el mejor de la historia de la televisión. En efecto, es un episodio de antología, pero no es el único, de esa calidad hay varios.
Después de ocho años en el aire, Dr. House llega su fin, el episodio final se llama "Todo el mundo muere".
A pesar de los altibajos, puede ser ubicada en el “Top Ten” de la televisión estadounidense.