Los que han llegado es porque empezaron pensando que podían. Si crees que no puedes, no lo podrás. Si crees que puedes, entonces lo lograrás. Todo lo que ves en este mundo empezó en la mente de alguien. Hay una frase que dice “Cuidado con lo que piensas porque puede pasar.”
Nuestra mente es como un laboratorio, crea las cosas, las ideas, para después plasmarlas en la realidad. Vamos aprendiendo con “pruebas-errores”. Vamos quitando, cambiando y mejorando para conseguir los buenos resultados.
Abraham llego al Neguev por etapas, a veces hacia delante y a veces hacia atrás, todo es experiencia. Aprovecha tus “errores o fracasos”. Todos tienen regalos. Sólo tienes que buscarlos. Si naciéramos con los éxitos debajo del brazo tendríamos una vida sin alicientes. El propósito de la vida es precisamente tener propósitos.
Piensa en lo que te apasiona. Si haces lo que te gusta obtendrás el resultado que quieres. Cuando te enfocas en hacer lo que te gusta, disfrutar e incluso divertirte, ocurre que inviertes más tiempo, tienes más ilusión y más energía. El resultado es que vas consiguiendo lo que quieres disfrutando de ello y sin importarte el esfuerzo.
Yo le respondí, el Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos. Ustedes no tienen arte ni parte en este asunto, ni memoria en Jerusalén. La reconstrucción de la ciudad se hizo en 52 días y todos supieron que ese trabajo se había hecho con la ayuda de nuestro Dios.
Juntos hagamos la declaración de victoria y conquista:
Di en voz alta: Le dijo al desaliento y al desánimo que no tienen arte ni parte en mi estado mental. Yo tengo la autoridad y el dominio sobre mis emociones y decisiones. Echo fuera de mi mente y de mis pensamientos todo temor al fracaso, al rechazo, a la humillación.
Sé que soy la persona elegida por el Señor y estoy en esta tierra para cumplir su propósito y el mío.
Activo la pasión, la energía divina en mi ser interior. Le doy lugar al Espíritu Santo en mi vida para que active los dones que él me dio. Me declaro libre en mi mente, en mi cuerpo, en todo mi ser de la depresión, del estancamiento, de la pasividad.
A partir de ahora yo …………………… declaro y determino que todo lo que haga me saldrá bien, porque todo lo hago con la ayuda de mi Dios. ¡En el nombre de Jesús, amén, amén y amén!
¡Felicitaciones! ¡Entraste en el sistema de victoria del reino de los cielos! ¡Ahora sabes que eres un ganador, nada ni nadie te hará retroceder!
El segundo mandamiento es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Es una orden del Señor. Amate, confía en ti, cree en ti, porque si aprendes a amarte, amarás todo lo que hay alrededor de ti y disfrutarás de cada cosa que hagas.
Profetizo sobre ti que en estos 52 días del año, harás cosas que no hiciste en muchos años, que lo que empieces, lo terminarás y que tendrás resultados sobrenaturales y extraordinarios. ¡En el nombre de Jesús, amén! ¡Disfruta la vida!
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