Todo esfuerzo tiene su recompensa porque es lo justo y la única manera de PROGRESAR.
Piensa, por ejemplo, en Rafa Nadal.
Ahora bien, hoy quiero hablarte de LO QUE NO SE VE.
De lo que no es tan evidente.
¿A qué me refiero?
Pues al esfuerzo y la autodisciplina de las personas que tienen éxito en la vida.
No importa si hablamos de finanzas, de salud o de relaciones.
TE ASEGURO que el 100% de esas personas realizan grandes esfuerzos. Eso sí, creo fírmemente que se trata de esfuerzos temporales para ADQUIRIR hábitos de éxito. Una vez que adquieren ese hábito no les cuesta y deciden ir a por otro hábito para tener éxito en algo más mientras dejan el primer hábito trabajando "en piloto automático".
Es cierto, el éxito crea adicción. O es que no te fijas en las personas como Josef Arjam, que ha tenido gran éxito en bolsa y el tío es un fenómeno a nivel deportivo (hace maratones, triatlones y cosas de esas). Por un lado mejora sus finanzas y construye su carrera como broker; por otro mejora su salud comiendo mejor y haciendo ejercicio.
Es adictivo. Punto.
Eso sí, aquí viene el problema: EL FRACASO...¡también es adictivo!
Como bien sabes tu mente subconsciente hará lo que le ordenes (sin cuestionarlo). Básicamente eres lo que piensas, consigues lo que piensas y mantienes lo que piensas.
Por tanto, MEJOR piensa en la solución (no en el problema): mejor piensa en cómo mejorar tus finanzas (no en lo mal que están), mejor piensa en cómo mejorar tu salud (no en lo mal que está); y mejor piensa en mejorar tus relaciones (no en lo mal que están).
En definitiva, céntrate en cómo tener ÉXITO en aquello que te propongas.
Y recuerda: EL ÉXITO TIENE UN PRECIO que tendrás que pagar (nadie lo consigue sin pagarlo). El precio NORMALMENTE viene en forma de crecimiento personal, de salir de tu zona de confort. Si tú creces, tus finanzas, tu salud y tus relaciones crecen. Ahora bien, quédate con esta idea que es MUY IMPORTANTE: Si no estás creciendo, estás decreciendo. Es imposible quedarte como estás, o vas para arriba o vas para abajo.
Tú eliges.
¿Qué valores?
Éstos:
- Huir de la adulación: El liderazgo es valentía porque permite decir lo que hay que decir aunque resulte duro o difícil. Es fácil que los directivos se sientan "adulados" por sus colaboradores porque no quieren decirle "al jefe" lo que no quiere oír. Digamos que adular es algo así como "sobornar por los oídos".
- Austeridad: Es un concepto que nunca estará "de moda" porque no interesa. Piénsalo, si todos fuesemos más austeros el consumo disminuiría y las grandes empresas venderían menos. No interesa a los grandes, a tí sí. Si quieres algún día poder "vivir de las rentas" deberás empezar a ser más austero y vivir dentro de tus posibilidades. Analiza cómo puedes aumentar tus ingresos, cómo puedes disminuir tus gastos y la diferencia ahorrala e inviértela. Con el paso de los años, cuando puedas retirarte antes de lo que esperabas, me lo agradecerás.
- Trabajo, no suerte: Exígete mucho a ti mismo, sé fuerte mentalmente y ten una actitud de vida correcta para lograr tus metas. El trabajo y el sacrificio es lo que puede ayudarte a mejorar. No hay más secretos. Si luchas cada día y te esfuerzas al máximo tendrás tu recompensa. La suerte puede hacer que tengas un buen día pero no hará que tengas un buen año, ni una buena vida. Tenlo en cuenta.
- Vocación de servicio: Tener éxito significa liderar, y eso viene de tener una alta vocación de servicio. Consiste en facilitar que otros alcancen sus metas porque son los demás los que hacen que las cosas ocurran. Tener talento y buenas condiciones es el primer paso, el segundo es trabajar, trabajar y trabajar con una gran vocación de servicio.
- Humildad y Normalidad: Tengas éxito en lo que tengas éxito, sé siempre una persona normal. Que no "se te suba a la cabeza". Ten "los pies en la tierra" y siempre recuerda de dónde vienes y a dónde vas. Hoy en día ser "normal" es una virtud. ¿Cómo identificarás a una persona normal? Son aquellas personas con las que te sientes a gusto, que son naturales y que son quienes son (no pretenden ser otra persona más que ellos mismos).
¿Qué te parece si a partir de ahora nos esforzamos EN TODO MOMENTO para tener nuestra recompensa?
Un fuerte abrazo,
Pablo García-Lorente
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