Seguramente ella ya lo había decidido aquella mañana,
una solución, un secreto con pagaré a corto plazo...
Cuando aquel teléfono sonó más de lo que debíó de sonar,
cuando el silencio de aquella llamada se hizo eternamente eterna...
cuando sólo al tercer intento lo contestó...
Sin una razón clara ,fue claro su tono de voz...
Falsamente cortante,con miedo a un razonamiento,
le quedó la promesa del reciente recuerdo:
una blusa magullada,un botón del pantalón arrancado
y una colcha en el suelo desdibujada.
No hubo ni salida ni entrada, ni puerta de doble bisagra;
no hubo aviso de un desalojo, ni señales de alarma.
Sólo hubo una mañana, una fría respuesta
tras una impaciente llamada.