Si uno quiere que la sangre le siga corriendo por las venas, no hay más remedio que enfrentarse al mundo,superar calamidades y no renunciar nunca a los placeres.
Blanca Cruz, una escritora de novelas vampírico-nórdicas, se encuentra estancada a la hora de empezar la cuarta entrega de una saga que le ha proporcionado gran éxito comercial, una fría acogida por parte de la crítica, pero sobre todo una profunda crisis personal. ¿Cuándo y cómo ha perdido la pasión y motivaciónque tenía para escribir? Por si no fuera suficiente, lleva unas semanas sospechando que su novio, Carlos, le está engañando con una amiga.El descubrimiento de unas cartas inéditas de Patricia King, una escritora de novelas de thriller desaparecida misteriosamente en los años treinta a bordo de un transatlántico, supondrá el inicio de una aventura que la llevará hasta Guatemala y la empujará a enfrentar sus miedos y a reconectar consigo misma.
[...]"Si uno quiere que la sangre le siga corriendo por las venas, no hay más remedio que enfrentarse al mundo, superar calamidades y no renunciar nunca a los placeres. Si no te gusta tu vida, cámbiala por otra, pero de ninguna manera te resignes a buscar un refugio desde el que ver el tiempo pasar. En esta vida [...] nunca hay que dejar de coger trenes".
Esta novela es de las que al leerla me iba provocando sentimientos o más bien sensaciones encontradas. Es corta, divertida y tiene ese lenguaje directo y desenfadado que también emplea Carmen Pacheco en su blog, pero a pesar de eso, en algunos momentos me sentía bastante cansada de su protagonista y creo que en parte es uno de los objetivos de la historia.
Blanca la protagonista es una mujer neurótica, superada por mil y un miedos, complejos y situaciones de las cuales ni ella misma sabe identificar cuáles son reales o cuales fruto de su imaginación. Es un personaje complejo, divertido pero que también cansa mucho o por lo menos a mí me ha terminado hartando. No ha sido hasta varios días después de terminar la novela, que he comenzado a pensar bien de ella, entenderla y verla con otros ojos. Quizás no he sido capaz de disfrutarla hasta que no he leído la historia completa, se ha asentado en mi cabeza y me he tomado algo de tiempo para reflexionar y verla en toda su dimensión.
En esta historia tenemos otra secundaria que al principio pensé que sería un adorno más pero a medida que vas leyendo y pasas la mitad del libro, te das cuenta que cobra más y más fuerza y quizás esta historia secundaria es la que más me ha gustada del libro. Está muy bien escrita y contrasta mucho con la historia principal por lo diferentes que son pero a la vez se complementan muy bien.
Como mismo Blanca me ha desesperado bastante, hay otro personaje que sin embargo me ha gustado mucho más y es Roca. Son todo lo contrarios que pueden llegar a ser dos personas, pero se complementan muy bien, además este aparece en un momento de la historia muy importante y en mi opinión gracias a él, podemos apreciar otras cualidades de la protagonista que de otra forma serían difícil de ver.
Es una novela que además de fresca y divertida, es bastante crítica con la sociedad, y nos da puntos de vistas muy interesantes sobre el ser humano, sus alegrías, sus miserias y la forma en que reacciona cada individuo frente a situaciones extremas y que escapan a su control. También nos hace un retrato del mundo editorial, de la parte que nunca vemos los que no pertenecemos a este sector, lo salvaje de la competencia y como se puede llegar a distorsionar una situación o la imagen de una persona a la que apenas conocemos.