Encontrar trabajo no siempre es tarea fácil, y cuando se encuentra, las condiciones a veces no son las deseables. Es por ello que muchas personas se animan a ser sus propios jefes, poniendo en marcha un negocio.
A continuación vamos a ver las principales claves a tener en cuenta cuando se toma una decisión de este tipo. Y si te interesa empezar un negocio y emprender a través de un negocio online, te recomendamos consultar el siguiente artículo: Shopify dropshipping.
Elige a los compañeros adecuados
Empezar en un negocio es complicado y requiere estar en sintonía con los socios, proveedores y empleados. A la hora de comenzar un proyecto como este con amigos hay que tener especial cuidado, ya que es importante saber separar los negocios de cualquier relación.
De ahí la importancia de firmar un pacto de socios que establezca con toda claridad cuál es la labor de cada persona dentro del negocio. Esto sirve para prevenir situaciones complicadas y poder encontrar soluciones antes de que sea necesario buscarlas en medio de un enfrentamiento.
Haz una prospección de mercado
Hacer una investigación de mercado es fundamental no solo para encontrar productos innovadores, sino para saber cuáles son los precios que manejan los competidores, o cómo acogerían los consumidores esos nuevos productos que se pretenden poner a la venta.
Cuida tu marca
La marca es uno de los principales valores del negocio, razón por la cual es fundamental cuidarla en todos los aspectos: registrarla conforme a la Ley, comprar los dominios asociados a ella, prestar atención a los perfiles en redes sociales, etc.
Asegura tu financiación
El último informe trimestral de la economía española dado a conocer por el Banco de España daba a conocer que el 29% de las pymes de este país solicitaron préstamos bancarios. Resulta de vital importancia negociar los acuerdos de crédito cuando se pone en funcionamiento un negocio nuevo, y contar con el flujo de caja necesario para afrontar los gastos.
Externaliza los servicios
Al externalizar los servicios, además de la asesoría profesional y de disponer de alguien que aporte valor, pueden reducirse determinados costes fijos.
Tal como ocurre con los socios y los empleados, es fundamental elegir bien a los proveedores, no apostar por las opciones más económicas siempre y analizar detalladamente dónde se necesita invertir para ver qué es lo que más valor da a la empresa.
Fija los roles
Tiene que quedar bien claro cuál es el papel que cada miembro juega en el proyecto. Es complicado no estar encima y desear abarcar más de lo necesario, pero es importante asignar unos roles y actuar como líder.
Cuidado con los chollos
Resulta de lo más habitual que cuando se va a afrontar una idea nueva de negocio aparezcan personas que tienen un cierto interés en participar en la misma. Se recomienda no obstante desconfiar de las “grandes oportunidades”, hacer un análisis detallado de todas las propuestas y firmar un documento en el que se reflejen los roles de la futura empresa y sus condiciones.
Escoge la forma jurídica más apropiada
El futuro del emprendedor español pasa, tarde o temprano, por tener que decidir si comenzar como empresario individual (es decir, como autónomo) o fundar una sociedad. Cada una de estas fórmulas tiene sus ventajas e inconvenientes, teniendo en cuenta los trámites administrativos que cada una conlleva, sus ventajas fiscales, la responsabilidad limitada y la transmisión de capital.
Es por ello que no se puede decir, en líneas generales, que una es mejor o peor: dependerá del tipo de negocio que se cree.
Piénsate bien el nombre de tu empresa
Debes tener presente que el nombre de tu empresa será lo primero que vean tus futuros clientes y tus socios, por lo que debes dedicar el tiempo necesario a pensar bien la elección.
Lo ideal es que se trate de un nombre fácil de recordar, corto y positivo, y si es posible que deje entrever en cierta medida la propuesta de valor de la marca. Es imprescindible que no pueda confundirse con el de otros negocios y que no tenga significados extraños en otros idiomas.
Aprende a convencer a posibles inversores y clientes
Vas a tener que “vender” tu negocio, por lo que es especialmente importante que prepares un plan de negocio para tener muy claros todos los aspectos del mismo. Resulta primordial también cuidar tanto la forma como el fondo, para dar una imagen profesional en todo momento, y hablar siempre en presente mejor que en condicional.
A la hora de hablar con un posible inversor se busca maximizar la rentabilidad de su inversión. Por ello tendrás que cuidar desde el primer momento las condiciones de la colaboración con tus socios.
Ten presente respecto a los clientes, que una vez que logres convencer a unos cuantos ya has iniciado el camino para conseguir inversores potenciales. La clave está en tener paciencia y ser persistente.