Revista Cultura y Ocio
Todo lo que existe lo hace por sí mismo o por otro.
Si algo existe por sí mismo, existe necesariamente, esto es, existe siempre y no empieza a existir.
Si algo existe por otro, existe contingentemente, esto es, no existe siempre y empieza a existir. O lo que es lo mismo: si algo empieza a existir, existe por otro, es decir, tiene una causa.
Este principio, conocido como el principio de razón suficiente, no es verdadero sólo en un universo causal, sino que lo es en todos los universos.
Si indagamos cuántos universos posibles hay según el orden causal que adopten, veremos que sólo podemos concebir dos clara y distintamente: o bien un universo donde la causa primera dé lugar a las causas segundas y éstas a los efectos segundos, como sucede en el nuestro, o bien un universo donde no haya causas segundas y todos los efectos dependan únicamente de la causa primera. Podemos llamar al primer modelo universo causal y al segundo universo milagroso. Pues bien, incluso en un universo milagroso sería verdad que todo lo que empieza a existir tiene una causa.
No es difícil concluir que no puede haber más universos. Así, no puede darse un universo en el que lo que empieza a existir se cause a sí mismo, ya que entrañaría una contradicción (existir por otro en tanto que no existe siempre y existir por sí en tanto es autocausado), ni tampoco un universo en el que lo que empieza a existir sea causado por la nada, toda vez que la nada, por su propia noción, nada puede.
Dicho en otros términos, el universo es causal o acausal.
- Si es acausal, es necesario que ninguno de sus acontecimientos empiece a existir, por lo que excluirá el cambio y será un universo inmutable donde el principio de razón suficiente no será ni afirmado ni negado, como sucede en el orden de las ideas eternas o en el mismo Dios. Esto no resta un ápice de validez al principio de razón suficiente, que mantiene su valor de verdad de la misma manera que la proposición todos los solteros no están casados es verdad aunque no exista ningún soltero.
- Si es causal, tendrá una sola causa o múltiples. Si una sola, será un universo milagroso en el que todo efecto pende de una única razón que es en sí misma inexplicable. Si múltiples, será un universo causal. No podemos suponer más universos, como no sea una mezcla de estos dos, a saber, un universo que a veces sea causal y a veces milagroso.
Por consiguiente, ya se trate de un universo en el que todo efecto se subordina a su causa, ya de otro en el que todo efecto se subordina exclusivamente a la causa primera, el principio de razón suficiente rige siempre.