
"Lydia está muerta. Pero eso aún no lo saben. 1977, 3 de mayo, seis y media de la mañana. Nadie sabe nada excepto este dato inocuo: Lydia llega tarde a desayunar."
Me enamoré de este libro la primera vez que leí el título, lo cual tiene todo el sentido del mundo ya que, aunque prefiero títulos cortos, siempre me acabo por enamorar de algún título largo. Eso sí, no muchas veces, nunca más de una al año o cada dos. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Todo lo que no te conté.
Estamos en Ohio en los años setenta cuando conocemos a la familia de Lydia Lee. Una familia mixta con tres hijos una madre rubísima y un padre asiático. Son diferentes, así que destacan y no de una manera positiva; las cosas son mucho más difíciles para ellos. Y ahora, además, desparece Lydia, la única hija que se parece a su madre, la niña en la madre deposita sus frustraciones para que consiga lo que ella no pudo. Entramos así en el territorio familiar.
Celeste comienza la novela con una frase de tres palabras que se clavan como dardos en el lector: "Lydia está muerta" dice. Y no tenemos que preguntarnos de qué irá la novela, aunque si nos preguntaran, seguramente nos equivocaríamos en nuestra hipótesis. Porque Todo lo que no te conté es una novela familiar que trata de frustraciones y errores, de padres e hijos, de situaciones superadas o enquistadas y de pequeños gestos delante de un tazón de cereales que se remueven hasta convertirlos en puré. Todo lo que no te conté trata de las familias, y lo hace desde ese espacio cálido y privado que es la cocina, lo que nos obliga a mirar la biografía de su autora y preguntarnos si no habrá algo de verdad en el fondo de esa familia (que no en las formas marcadas por la muerte), si James Lee, ese hombre asiático que destaca por su inteligencia y acaba de profesor buscando para ello especializaciones americanas, no tiene algo del padre de Celeste, aunque este se decantara por la física, pasión de la madre de la protagonista de su novela. Y es que, lejos de dejarnos un drama por la pérdida de una hija, lo que tenemos entre manos es una historia familiar completa, con lo bueno y lo malo, de una familia que tuvo las cosas más difíciles que el resto sólo por no ser de la misma etnia. James sufrió un rechazo que se manifestaba de forma sutil, no encajaba o tal vez no dejaban que lo hiciera, y por eso cuando su inteligentísimo hijo Nath fracasa en actividades de socialización y popularidad, no puede evitar decirle las mismas palabras que en otro tiempo le dañaron a él. Marilyn es esa mujer de cabeza privilegiada que quiso estudiar cuando las mujeres aún lo tenían difícil, renegando de la perfecta ama de casa que era su madre, para caer luego en el tópico de dejarlo todo por amor y sentir un vacío con olor a meta no cumplida que proyecta ahora en su hija Lydia. Y Hannah, esa tercera hermana que el lector acaba viendo como si fuera un "todo ojos" que procura aprender para no cometer errores. Y esta es la familia que nos presenta la novela que se va alejando poco a poco de la intriga para adentrarse en los personajes. Que nos los presenta mucho antes de la tragedia y nos deja ver cómo les llega a afectar procurando no caer en el dramatismo ni las culpas privadas que las personas tendemos a sentir cuando un hecho así sacude nuestras vidas.
Me ha parecido una novela redonda, a ratos marcada por un dolor latente en los sentimientos de sus personajes, que se manifestaba por sorpresa provocando un efecto demoledor a uno y otro lado del libro. Una novela privada, llena de emociones contenidas y palabras nunca dichas en voz alta, como sucede en la mayor parte de las familias, en las que no hay nadie que lo cuente absolutamente todo. Y quizás por eso se antoja real, y vivimos las dificultades que tuvieron para seguir adelante los padres de estos tres niños, mientras buscamos lo sucedido con Lydia observando como sangra el tejido familiar en esa zona privada que sabemos nunca cicatrizará como es debido. O tal vez sí y sea yo quien piensa que hay lugares que jamás olvidan que recibieron un golpe. En todo caso Celeste no juzga eso como tampoco juzga a ninguno de sus personajes, los deja a criterio del lector y para ello los desnuda poco a poco con una prosa cristalina en la que sentimos que no hay embustes.
Me ha gustado. Ültimamente lo que leo de esta colección no falla nunca. Echadle un vistazo al libro de la chica del apellido mínimo, id a la librería y buscad Todo lo que no te conté.
Es curioso como hay libros que enamoran y personajes que enamoran. Hace no mucho hablamos de títulos, hagámoslo ahora de personajes. ¿Recordáis el último personaje que consiguió enamoraros?
Gracias.
