

Precio en formato Papel:16,90€
Precio en formato Digital: 9,99€Mi calificación:

📖 Leer las primeras hojas-Muchísimas gracias a la editorial por el ejemplar-Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres. Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni de que toda su vida está a punto de cambiar.
Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.


Este libro no es la típica historia de Chica se enamora de Chico y ya, está historia va mucho más allá, trata temas como la perdida, la soledad, la ansiedad, la tristeza... todo lo que conlleva vivir con el fallecimiento de unos padres, por eso mismo Alice Kellen ha creado una historia que nos sintamos identificado con Leah o con Axel, cada página está lleno de puro sentimiento. Si es cierto que no es una historia feliz, sobre todo al principio que es bastante triste todo, ahí podemos observar a la Leah que está devastada y puede parecer algo deprimente leer este libro, a mi sinceramente no me suelen gustar historias tristes porque consiguen que empatice con la protagonista y que me sienta igual o peor que ella, pero por supuesto no todo el libro es así, Leah tiene una gran evolución cuando conoce a Axel y comienza a poner de su parte para seguir con su vida y ahí es donde nos mete de lleno en un romance bajo las estrellas, un mar infinito y vinilos de los Beatles.
Lo que más me ha gustado del libro ha sido la forma de escribir de Alice Kellen, porque no sé cómo lo hace, pero consigue enganchar al lector con muy poquitas páginas, este libro me lo he leído nada más en dos días porque su historia es sencilla, pero de esas historias que enganchan de verdad, se nota que Alice ha puesto todo su cariño en esta historia. La ambientación también me ha gustado mucho, me imaginaba estar en la playa junto con los personajes escuchando las olas del mar o esas mañanas con Axel haciendo Surf, además otro detalle que destacaría es la importancia de la música en esta historia ya que nombra numerosas canciones, pero sobre todo a Los Beatles, al igual que la música también lo hace el arte, porque Leah amaba pintar y ya no es capaz de crear cuadros con color, ahora solo pinta en blanco y negro, porque encima de ella tiene un gran nubarrón, pero eso por supuesto cambia por completo poco a poco...
Axel es un chico que me ha gustado mucho conocer, si os soy sincera cuando lo conocí no me caía del todo bien, era el típico chico perfecto dando millones de consejos y que tiene palabras para todo, se me hacía un personaje bastante subrealista, pero todo cambió cuando empecé a conocer sus defectos porque ahí sí que me empezó a gustar más, y puede parecer una tontería pero es que no me gustan los personajes clichés y menos que sea el típico príncipe azul... Axel me sacaba en ciertos momentos un poco de mis casillas porque actuaba no solo como un amigo sino también una especie de psicólogo, y creo desde mi opinión que la forma de hacer sentir algo a Leah no fue la adecuada, le hace ir hasta el borde para que se derrumbe y suelte todo lo que lleva dentro... pero como era de esperar... me fue gustando más, porque comprende a Leah de manera que no lo hace nadie, la escucha, la consuela y está tanto en lo malo como en lo bueno... Y Leah es una chica que está sufriendo muchísimo ante esa perdida y el vacío de sus padres, pero con ayuda de Axel y su familia consigue ver una pizca de esperanza y llegar a pensar en su futuro...
La relación entre ellos dos me ha maravillado, algunas personas decían que va todo muy rápido, pero yo no he sentido que sea así, sino todo lo contrario, yo estaba como fan total esperando ese beso tan deseado, creo que Alice no ha corriendo en ningún momento, que ha controlado muy bien los tiempos y que va despacio, pero sin pausa. Quiero destacar esos momentos tan bonitos que encontramos en este libro, si os gusta el género romántico lo adoraréis... Yo que no leo mucho esta clase de libros me ha encantado y eso no lo esperaba para nada, porque no sé que me pasa últimamente pero casi todos los libros de esta temática me parecen iguales o muy similares, en cambio este ha conseguido engancharme, pasar un buen momento y disfrutar durante dos días, tanto es así que cuando he terminado el libro lo primero que he hecho ha sido buscar la sinopsis de segundo libro, que todavía no ha sido desvelado y yo me muero por saber algo más o un adelanto de lo que nos espera en Abril.

El libro está contado en dos perspectivas, por un lado, la de Axel que me ha dado la sensación que lo he podido conocer más, es como si tuviese un poco más de protagonismo en la historia o al menos así lo he sentido yo, ya que algunos capítulos contados por Leah era simplemente una página nada más con reflexiones, metáforas, pensamientos... También hay muchos otros personajes importantes en esta historia a parte de nuestros protagonistas como los padres de Axel (que me han parecido maravillosos) como el hermano de Leah.
Este libro me ha enganchado de principio a fin y el ritmo ha sido el adecuado en todo momento, no se me hizo pesado sino todo lo contrario, se lee en nada y la pluma de Alice es simplemente maravillosa... Y ya no puedo contaros mucho más de esta preciosa historia ya que prefiero que lo descubráis por vosotros mismos, disfrutéis y os dejéis llevar por Alex y Leah.
En resumen,Todo lo que nunca fuimos es una historia preciosa, donde trata temas muy duros y nos podremos sentir identificados con sus personajes. Alice Kellen siempre crea magia con sus palabras, tiene un don para trasmitir y enganchar al lector, si amáis este género no dudéis en darle una oportunidad, os encantará.
Sobre la Autora
Alice Kellen nació en Valencia y tiene veintiocho años. Es una joven promesa de las letras españolas que acostumbra a vivir entre los personajes, las escenas y las emociones que plasma en el papel. También es autora de las novelas Sigue lloviendo, El día que dejó de nevar en Alaska y El chico que dibujaba constelaciones, que fueron todo un éxito de críticas. Es una enamorada de los gatos. Y adicta al chocolate y a las visitas interminables a librerías.