Revista Cultura y Ocio

Todo lo que sucedió con Miranda Huff

Publicado el 21 mayo 2019 por Carmina
Todo lo que sucedió con Miranda HuffHace tiempo que asumí que no puedo leer todo lo que se publica en España, me atraiga mucho o no lo haga en absoluto, el tiempo es finito y yo no se muy bien como me las apaño pero ni cuando  parece que voy a conseguir arañar minutos y horas para mi computo de ocio, ese se evapora como por arte de magia obligándome a robárselo a Morfeo, que parece abrazarme y envolverme en sus brazos con más fuerza que nunca.
Por ese motivo no había leído nada de lo que hasta el momento había publicado Javier Castillo, y cuando desde #SoyYincanera se propuso esta lectura, pensé que al fin me adentraría en la pluma del autor. No se si porque tenía las expectativas muy altas, porque los thrillers americanos no acaban de convencerme ni aunque los escriba un nativo, la cuestión es que la novela no ha sido lo que yo esperaba y eso que en un principio me atraía muchísimo.
Y es que una a medida que el tiempo cotizaba en bolsa cada vez a precios más desorbitados tuvo que ir renunciando a algunos hobbies y entre ellos, como no, estaba el séptimo arte. Además dentro de Periodismo tenía un asignatura en la que estudiamos planos cinematográficos, fundidos en negro, en blanco, grandes genios de los planos imposibles, y puede que yo esperara algo muy diferente de lo que he encontrado en esta novela, y no hay nada peor que las expectativas por las nubes y una trama frustrada, la que yo había urdido en mi cabeza.
También me he dado cuenta mientras conversaba con Ana Kayena, que este tipo de lecturas, lo que yo llamo thrillers americanos, sean o no de autor nativo no me parecen verosímiles y por tanto no terminan de gustarme, y es que todas las lecturas que ha propuesto #SoyYincanera de este corte me han dejado fría, y sobre todo no han sido lo que yo esperaba. Creo que no acabo de entender su sociedad, su justicia...
Aún así no se puede negar que la historia se deja leer, que entretiene, y que engancha porque el autor tiene la habilidad de cortar el capítulo en el momento álgido y deja al lector con ganas de más, por lo que acomete con avidez el capítulo siguiente, y así sin darse uno cuenta si tiene por delante un fin de semana se encuentra al final del libro.
El autor:Todo lo que sucedió con Miranda HuffJavier Castillo creció en Málaga y estudió empresariales y un Máster en ESCP Europe. Ha trabajado como consultor de finanzas corporativas, pero abandonó los números a raíz del éxito de su primera novela,El día que se perdió la cordura (Suma), convertida en un fenómeno editorial, publicada en Italia, México, Colombia, Argentina, Portugal y próximamente Turquía, Japón y Corea. Asimismo los derechos audiovisuales han sido adquiridos para la producción de la serie de televisión.
Su segunda novela El día que se perdió el amor (Suma), afianzó a Javier Castillo como maestro del suspense y ambas novelas llevan vendidos más de 300.000 ejemplares en España. Todo lo que sucedió con Miranda Huff es su tercera novela y supone su confirmación como uno de los mejores escritores del género.
Lo puedes encontrar en
Twitter: @JavierCordura
Instagram: Javiercordura
Sinopsis:

Un fin de semana en una cabaña en el bosque.Un matrimonio en crisisUna misteriosa desaparición¿Qué ha sucedido con Miranda Huff?
Una pareja en crisis decide pasar un fin de semana de retiro en una cabaña en el bosque en Hidden Springs, pero cuando Ryan Huff llega para encontrarse con Miranda la puerta está abierta, hay dos copas de vino sobre la mesa, nadie en el interior y el cuarto de baño se encuentra lleno de sangre.
Todo lo que sucedió con Miranda Huff es un thriller psicológico de ritmo vertiginoso donde parece imposible encontrar a Miranda con vida. Lo que Ryan desconoce es que la desaparición de su mujer conecta con su historia con la de su mentor, el gran James Black, y con el descubrimiento del cadáver de una mujer desaparecida treinta años atrás en la misma zona.
Mis impresiones:

No sabría explicar las sensaciones que tengo con este libro, no ha sido lo que esperaba, eso lo tengo claro, la historia prometía, tenía buenos mimbres, avanzaba de forma ligera, sin embargo al llegar al final me ha faltado algo, y no se explicar muy bien que es, quizás me había formado una idea diferente de esta historia, quizás no se conectar con las americanadas como yo las llamo, quizás me ha parecido muy previsible, cuando había material para que no fuera así, quizás me ha cojeado la investigación, ambos policías me han parecido muy irreales y la investigación en sí cogida en pinzas, quizás no haya conectado con ninguno de los personajes, salvo con Jeff, el único que me parece puro en esta trama.
Nos encontramos ante una historia narrada a tres voces y en dos tiempos verbales, una historia en la que nada es lo que parece y en la que todos los personajes tienen  más sombras que luces, y ocultan fantasmas en el armario, todos tienen una cara oculta que termina saliendo a la luz. 
Ryan nos cuenta en primera persona y en presente la desaparición de Miranda, su mujer, con la que últimamente tenía un desapego importante, el matrimonio estaba en crisis y los unía únicamente una situación económica más que delicada. No es un personaje que atraiga al principio y cuanto más avanza la novela menos simpatía despierta, más bien repele porque esconde tantos secretos que dificulta la investigación.
Miranda también utiliza la primera persona, pero su relato nos traslada al pasado, a los inicios de su relación con Ryan, y así el personaje a ojos del lector va perdiendo simpatías, la evolución de ese joven graciosete y atento al Ryan actual se nos va dibujando de forma siniestra, esa cara que esconde y que en un principio Miranda obvia y no le da importancia termina siendo una losa que la ahoga y le hace tomar decisiones que cambiaran la vida de ambos.
James Black es la tercera voz, narrada en tiempo pasado por un narrador ominisciente, esta es la parte que a mi más me ha interesado, quizás porque he vuelto a mis tiempos de estudiante, y quizás por ello también es la que más coja se me ha quedado, porque me hubiera gustado que hubiera ahondado más en las bambalinas de la cinematografía, en lo que se estudiaba en aquella universidad y no tanto en el escarceo de un estudiante y su profesora, la parte que más he disfrutado ha sido el rodaje de la película, y quizás también la que más me ha sorprendido, la que más ha sacado caras ocultas y maldades bien disimuladas.
Posiblemente James Black sea el personaje al que más he odiado a lo largo de la trama, es una persona tóxica para todo con el que intima, egocéntrico a más no poder, no hay forma de empatizar con él, ni en la trama pasada que protagoniza, ni en la presente en la que es un vértice completamente necesario.
Como contrapunto a Black, está Jeff, un hombre de su misma edad, que también ansiaba ser director de cine y cuya carrera quedó truncada incluso antes de despegar, un hombre un tanto especial cuya deformidad te causa un poquito de repulsión, hasta que sabes que se esconde detrás de esa apariencia y sobre todo cuando descubres que es la única luz entre tanta sombra.
El resto de personajes está un poco difuminado, el autor no ha entrado a fondo en ellos, no se caracteriza Javier por grandes descripciones, son los hechos los que conforman a los personajes,. por lo que si aparecen poco simplemente están esbozados.
Como podéis comprobar mimbres hay, sin embargo, a mi no me ha llegado a convencer la ejecución, no se le puede negar al autor maestría en el arte de engatusar y enganchar al lector, lo mantiene pegado a sus páginas, quiere saber más y más, descubrir el paradero de Miranda, saber porque Ryan oculta información a todo el que conoce, saber más de Miranda que en un principio se pinta como un verdugo para convertirse en víctima.
Puede que la novela avance tan rápido que haya giros que no sea demasiado verosímiles y otros sean demasiado previsibles para un lector avezado de thrillers, pero el libro cumple su cometido, entretiene y sobre todo tiene una gran legión de seguidoras que no pueden estar equivocadas, así que pienso que posiblemente el que este tipo de lecturas no me acaben de gustar esté el la punta del iceberg de que el libro no me haya llegado tanto como a otros lectores.
Nos encontramos ante una estructura aparentemente compleja, tres personajes unidos en el presente al que conecta el pasado del más mayor y para ello utilizan tres voces y dos tiempos verbales, con la primera persona logran que el lector se sienta parte de lo que cuentan, como si intimara con ellos, con el presente esta acción es más patente,y con el pasado tiende más a la confidencia, al te voy a contar un secreto y me lo guardas. Y para romper un poco ese clima intimo llega la voz en tercera persona, ese narrador que todo lo sabe y que conecta pasado y presente de los tres personajes, aunque sobre todo se centra en el pasado de James.
Y aún con esta estructura, el autor maneja una narración sencilla, sin grandes alardes literarios, retrata la realidad cotidiana, las desavenencias matrimoniales, el amor, el desamor, la venganza, los egos profesionales, y retrata muy bien tanto el esplendor como la decadencia de Hollywood, una ciudad en la que no todo brilla como el oro, aunque a la vista de la gente parezca así. Un mundo en el que hoy estas arriba y eres Dios y  mañana nadie recuerda tu nombre, no puedo negar que esa parte me ha entusiasmado, que incluso las desavenencias matrimoniales me han parecido creíbles, pero el giro que dan las tornas me parece un poco forzado, con muchas casualidades que no me terminan de convencer.
Los diálogos dan agilidad y codidaneidad a lo que se cuenta, , la ausencia de descripciones contribuye a que la lectura fluya, los capítulos más o menos cortos que te dejan con la miel en los labios son todo un acierto que te lleva a ese un capítulo más solo, y se te va media tarde a poco que la tengas libre, o te pasas la parada del tren, metro o bus, o si te pilla cocinando da la comida por quemada. Es una novela muy visual, ante mis ojos pasaban los fotogramas, si en algún momento hacen una versión cinematográfica o una serie seguro que no se parece en nada a lo que yo me he imaginado.
Por ese motivo es un libro que se puede disfrutar después de una lectura larga y densa, porque te proporciona puro entretenimiento, al mismo tiempo que juegas con el autor y este juega contigo, si te gustan los thrillers psicológicos y lo americano no te echa atrás como a mí, será una lectura que disfrutarás mucho. Si no al menos te entretendrá unas horas y eso ya es mérito.
Conclusión:
Nos encontramos ante un thriller psicológico, narrado a tres voces en dos tiempos verbales, una trama que da varios giros que intentan en todo momento sorprender al lector, aunque conmigo no lo consiguieron, será que una ya tiene unos cuantos leídos y va encontrando las pistas que el autor va sembrando en el texto, que no es cuestión de sacarse en el último capítulo un as de la manga que no venga ni a cuento.
Los personajes son muy de andar por casa, con sus egos, sus malicias, sus pequeñas o grandes maldades, incluso sus bondades, una novela que trata del amor, del desamor, de la venganza, de la lealtad e incluso de la deslealtad, de hasta donde es capaz de llegar una persona por triunfar y por  mantener a su lado a la persona amada y si ello no es posible que es capaz de hacer para que no sea de nadie más.
Todos y cada uno de los personajes son reconocibles, seguro que conocemos a alguien semejante en nuestro entorno, no nos cuesta imaginárnoslos y eso hace que el lector pueda conectar con ellos o no hacerlo en absoluto, yo soy de las que no he podido conectar con ninguno, salvo con Jeff.
¿Y tu has has leído todo lo que sucedió con Miranda Huff? ¿Me cuentas tus impresiones?

Volver a la Portada de Logo Paperblog