Año: 2016ISBN: 978-84-666-5924-6
Nº de páginas: 320
Del catálogo de novedades de Ediciones B para el mes de junio una de las novelas que más llamó mi atención fue Todo lo que vino después de Gabriel Urza, un autor estadounidense de origen vasco al que yo no conocía pues, aunque tiene varias novelas publicadas, todas están escritas en inglés, siendo esta la única que de momento se ha traducido al castellano.
Gabriel Urza
La trama de "Todo lo que vino después" gira en torno al secuestro y posterior asesinato de José Antonio Torres, político y Concejal del Partido Popular en la localidad vasca de Muriga. Estos hechos tendrán lugar en el año 1998 y aunque la vida en esta población parece haber vuelto a la normalidad, los atentados de Atocha en Madrid, cuyas primeras investigaciones señalan a ETA, volverán a abrir viejas heridas y a enfrentar al pueblo con su propio pasado. A través de la narración de Mariana, la mujer del concejal asesinado, de Joni, un viejo profesor americano residente en Muriga, y de Iker, el joven que ahora se encuentra encarcelado por dicho crimen, iremos desvelando las claves de lo que realmente sucedió hace seis años y el grado de implicación que cada uno tuvo en lo ocurrido.No me equivoqué a la hora de fijarme en esta novela y he disfrutado mucho con su lectura, encontrándome con un planteamiento que ha captado mi atención desde los primeros capítulos y que me ha mantenido pegada a sus páginas hasta llegar al final, pues si bien desde el inicio sabemos lo que ha ocurrido, Gabriel Urza consigue envolvernos en una atmósfera de tensión y suspense que hacen que no puedas dejar la lectura, necesitas averiguar las motivaciones que se esconden detrás de los hechos y el porqué de la culpabilidad que parece acompañar a todos los personajes.Son cincuenta y cuatro los capítulos en los que queda dividida la novela y en general todos tienen una extensión corta, lo que hace que la lectura sea muy dinámica. Cada uno de estos capítulos está centrado en un protagonista y así se va alternando el relato de Joni, Mariana e Iker, quienes van a hablarnos del momento presente pero también van a rememorar lo sucedido en el pasado, con lo que la narración no sigue un curso lineal sino que vamos a ir conociendo hechos acontecidos en diferentes momentos que tendremos que ir colocando en su lugar hasta completar la historia. Gabriel Urza construye esta trama con habilidad, manteniendo el ritmo y la tensión narrativa, y dosificando la información de tal manera que aunque desde un principio parece que está claro lo ocurrido, vamos a necesitar avanzar en la lectura para aclarar todos los hechos. Y esto lo hace a través de un estilo depurado, ágil, claro y envolvente que hace que la lectura sea accesible a la par que amena y entretenida, empleando la primera persona para poner voz a la narración de los tres protagonistas y destacando la cuidada ambientación con la que la obra cuenta.Si tuviese que encajar la novela de Gabriel Urza en un género concreto me decantaría por el thriller político, aunque el aspecto psicológico está muy presente y así son sus personajes el pilar central sobre el que se asienta el desarrollo de la historia. En este caso no va a tener tanta importancia lo sucedido sino que lo realmente relevante es ahondar en la psicología de estas tres personas, conocer cómo vivieron los hechos que tuvieron lugar en el pasado y cómo estos han afectado y marcado el resto de sus vidas. Teniendo esto en cuenta parece lógico que el autor se haya esmerado en su construcción, y así nos encontramos con tres perfiles definidos con precisión, profundidad y de forma progresiva, lo que hará que una vez finalizada la novela tengamos una idea muy clara sobre cada uno. Y es que un rasgo que tienen en común los tres es la naturalidad, cercanía y humanidad con la que están perfilados, son personas que han sido tomadas del día a día y eso facilita que podamos ponernos en su lugar y entender tanto sus emociones y sentimientos como las motivaciones y decisiones que toman, con independencia de que las compartamos o no.Los tres protagonistas me han parecido interesantes a pesar de que por ejemplo con Mariana no he llegado a conectar en ningún momento, no me ha gustado su forma de ser ni de actuar pero eso no ha sido obstáculo para que la considere un buen personaje, con múltiples matices que merece la pena pararse a analizar. Es lo mismo que ocurre con la figura de Iker, un joven que en un principio debería causar nuestro rechazo pero que acabará generando sentimientos encontrados y es que el autor no va a inclinar la balanza hacia un lado u otro, seremos nosotros los que tendremos que pararnos a reflexionar sobre todo lo sucedido y posicionarnos en un sentido u otro.Al hablar del argumento os decía que la acción transcurre en la localidad vasca de Muriga, pero en realidad este pueblo no existe sino que es una ubicación ficticia que el autor ha creado. Y una vez leída la novela nadie diría que es así ya que "Todo lo que vino después" cuenta con una ambientación tan cuidada y detallada que casi da pena que solo haya existido en la mente de Gabriel Urza. La narración está aderezada con descripciones del entorno y de los que serían los principales emplazamientos de esta localidad, como el colegio de San Jorge, de tal manera que todo resulta muy visual y el autor transmite la belleza y el encanto de este pequeño pueblo, que seguramente comparte con los que sí existen realmente en la zona.Esta estupenda ambientación no se limita al entorno físico sino que Gabriel Urza también refleja muy bien el contexto social y político, uno de los aspectos que cobran mayor relevancia en su obra. De esta manera vemos la forma de vida que se lleva en esta localidad y conocemos la forma de pensar y actuar de sus habitantes, con especial hincapié en el ámbito de la política, los movimientos independentistas y el terrorismo. En este sentido resultan interesantes los diálogos interiores de Iker a través de los que nos va mostrando su postura y cómo se ve implicado en una situación que le acaba superando.En definitiva, Gabriel Urza nos ofrece en Todo lo que vino después un estupendo thriller político en el que aborda el tema del terrorismo en el País Vasco con una trama bien planteada y desarrollada en la que lo importante no es lo que sucede sino el por qué sucede, lo que hace que sea necesario profundizar en las vivencias y reflexiones de sus tres protagonistas.
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