Todo pasa y todo queda

Todo es transitorio. Eso tiene la mortalidad. La eternidad sólo existe en las matemáticas. La culpa la tiene el Tiempo: la dimensión que más terror produce. De los grandes temas de la literatura universal. Del pensamiento universal; de todos los pensamientos. La culpa la tiene el Tiempo. Pero, finalmente, uno tiene que hacer pleitesía. Sin remedio; sin perdón. Devuélveme aquellos años otra vez. Aunque sea para hacer lo mismo que hice. Sólo quiero aquellos años. ¿No? Pues dame simplemente una década. ¿Tampoco? Por favor, dame un lustro. No sé por qué me afano en pedir tiempo al Tiempo. Nunca responde. Es maravilloso, ¿no creen? Saber que uno no tiene nada más que ir hacia adelante. Hernán Cortés quemó aquellos barcos para que los soldados no tuvieran nada más que un camino sin retorno. Sin cobardes que huyeran ante el temor a aquellos imponentes incas. Pero dios, se pasó quitando la inmortalidad a los hombres por un mordisco de nada a una manzana verde. ¡Pero si le engañó la serpiente! Siempre he creído que era un "bolo" todo eso. Se dio cuenta de que tarde o temprano, incluso siendo mortal, devoraríamos el planeta. Y después qué si fuéramos inmortales. ¡Ajá! Pero la Biblia lo perdona todo y le echa las culpa a la maldad del propio Hombre. Todo es transitorio.