Sección original de Filóloga Bibliófila que trata de valorar las portadas de los libros reseñados en el blog. Las portadas de los libros son de las editoriales escogidas en su momento de lectura. Ver más portadas.
Ghostgirl de Tonya Hurley (Ed. Alfaguara en tapa dura): una de las portadas más originales que he visto. Con una sobrecubierta a modo de solapa y letras en plateado, la imagen central de un ataud con la silueta de Charlotte es muy significativa: nos llega desde el más allá, como su protagonista. Y no podía faltar una especie de crespón en rosa igual muy recurrente: ¿Descanse en paz? Las hojas, además, vienen tintadas en rosa en sus bordes. Un diseño en su conjunto muy gótico que recuerda a las películas de Tim Burton. Nunca la muerte había sentado tan bien a un libro. El Portadómetro dice:
Ghostgirl II El Regreso de Tonya Hurley (Ed. Alfaguara en tapa dura): todo lo anterior sirve para esta 2ª parte, esta vez con un espejo como imagen decorativa. Sigue cumpliendo su objetivo: llamar la atención ocular del lector a priori de leer su sinopsis en la contraportada. El Portadómetro dice:
Latidos de Anna Godbersen (Ed. DeBolsillo): quien vea esta portada sabrá que se encuentra ante una novela romántica sin precedentes y además ambientada en un siglo pasado. Todo se deduce por el vaporoso vestido de la mujer, el cual dicho sea de paso, parece un merengue. Nada hace presagiar que estamos ante una tetralogía literaria. El Portadómetro dice:
Rivales de Anna Godbersen (Ed. Montena): esta editorial sacó unas portadas bastante sosas, insípidas y simples (al pan, pan y al vino, vino). La rivalidad que evoca el título han preferido ilustrarlo con una cuerda resquebrajada, símbolo de una unión o relación rota. El Portadómetro dice:
Envidia de Anna Godbersen (Ed. Montena): igual que la anterior, peca de insipidez, se queda fría, tanto como el cristal roto del espejo de la imagen. El Portadómetro dice:
Filóloga Bibliófila