Existen señales que sugieren que la epidural para la cesárea ha sido bien colocada:
1.- La paciente refiere que siente sus piernas como "pesadas".
2.- La frecuencia cardíaca y la presión arterial disminuyen de manera moderada. Éstas señales anticipan una buena calidad del bloqueo epidural. Si la presión arterial disminuye de manera significativa (la aparición de náuseas lo anuncia) hay fármacos que nos permiten normalizarla sin mucha dificultad y sin malas consecuencias.
Si se ha utilizado lidocaina como anestésico el bloqueo debe durar alrededor de hora y media. Con levo-bupivacaina puede llegar a dos horas y media.
Posteriormente a la operación, a través del catéter epidural, se podrá administrar dosis analgésicas de anestésico local (lidocaina, levo-bupivacaina), una excelente manera de controlar el dolor postoperatorio. Por lo general, el catéter epidural se retira en un máximo de 48 horas.
La cefalea "post-epidural"
Tal vez la complicación más frecuente de la anestesia epidural es la cefalea post-punción accidental de la duramadre.
La duramadre es una de las tres meninges que cubre la médula espinal. Puesto que otra meninge, la aracnoides, está prácticamente pegada a ella, una perforación con la aguja de Tuohy ocasionará salida y pérdida de líquido céfalo-raquídeo.
Flecha verde muestra agujero post punción. Por ahí sale líquido céfalo-raquídeo, creando un "vacío" dentro del canal raquídeo que genera una "presión negativa" que provoca tracción de las meninges craneales y se traduce en la cefalea post epidural
Luego, una especie de "presión negativa" provocará tracción hacia abajo de las meninges craneales y se generará la típica cefalea post anestésica: Muy intensa a la incorporación, alivia al adoptar la posición supina (echado "boca arriba").
Felizmente, en la gran mayoría de casos, esta cefalea termina por sí sola a las 48 a 72 horas, sin dejar ninguna secuela. El mejor tratamiento es el reposo hasta el fin espontáneo del dolor de cabeza. Lo malo es que esta complicación, aunque no amenaza la vida, es realmente mortificante. Ni qué decir de los días extra de hospitalización hasta el fin de la cefalea. La anestesia regional pudo haber marchado muy bien, pero nadie se acuerda de ello, sólo recuerdan la fastidiosa cefalea causada por el anestesiólogo.
Dolor lumbar (lumbalgia) post epidural
Es poco frecuente. Puede ser ocasionada por un estiramiento excesivo de los ligamentos sacro-coxígeos al momento que la paciente se "arquea" demasiado para punzar con la aguja de Tuohy y se dan varias punciones. Se ve más cuando se utiliza la posición "sentado".
Esta complicación no es grave y cede a los pocos días. Se pueden utilizar drogas antiinflamatorias no esteroideas.
Existen otras complicaciones de la anestesia epidural. Un anestesiólogo competente las puede manejar con éxito. Creemos que no es necesario detallarlas, por ahora.