Un porche desde el que otear el horizonte en una mecedora, multitud de plantas y flores y una acogedora cocina como punto de reunión diaria de la familia... La vivienda que cumpla con estos TRES REQUISITOS tiene muchas posibilidades de convertirse en la CASA IDEAL PARA MI MADRE...
En homenaje a ella, este idílico espacio campestre plagado de detalles románticos, con muchas de las debilidades con las que se le iluminan los ojos... Cestos de mimbre, tarros de cristal de todas las formas y tamaños, vasos, platos y resto de familiares directos de las vajillas en colores pastel y estampados, muchos cojines de rayas y cuadros...
Y ya de paso, ¿por que no imaginarnos un tranquilo fin de semana cuan polluelo bajo el ala de esa mami que no sé como denominos llega a todo y a todos de manera tan asombrosamente perfecta?
¡VA POR TÍ MAMA!