Revista Cultura y Ocio
Me gustaría agradecer a la editorial Ven y te lo cuento este ejemplar, su cuidada edición y presentación. Las personas que solemos leer mucho valoramos que las páginas estén despejadas, la letra sea la óptima y que la lectura no nos sobrecargue la vista. Y de esto se un rato porque a pesar de usar gafas casi siempre que leo mis ojos se resienten y si la letra es pequeña o la presentación abigarrada leer deja de ser un placer para convertirse en una tortura.
La editorial Ven y te lo cuento es un ejemplo de buen hacer, una empresa que sobre no ser muy grande, sabe velar por el lector, su principal activo. Este libro es el segundo que leo de la colección y si fuera cierto…? En este se nos plantea la pregunta si el fin justifica los medios… y seguro que si abriéramos debate las repuestas serían variadas y no nos costaría nada argumentar nuestra postura.
Todo Vale es una novela corta que atrapa desde el principio, con un lenguaje muy coloquial que te lleva a pensar que más que leyendo estas llevando una conversación en una cafetería con un amigo y este te cuenta el periplo que está viviendo.
El mundo de la televisión y los magazines es una jungla donde sobrevive el que menos escrúpulos tiene y está dispuesto a pasar por encima de sus principios y de sus compañeros en muchas ocasiones. En este libro se habla tanto de la radio como de la televisión, programas que podríamos llamar basura y que sin embargo tienen unos índices de audiencia muy altos. Programas que en ocasiones te hacen pensar si en realidad todo vale, incluso humillar y desdignificar a las personas.
A mi mente vino una sección de un programa matinal de radio que escuchaba cuando trabajaba, no sé cómo se llamaba y creo que lo escuchaba en la Ser pero hace dos años y la verdad es que después de dejar de trabajar en la empresa no lo he vuelto a oír, no era un programa que me gustara. En fin la sección consistía en llamar a una chica o a un chico, lo solicitaba la pareja y se suponía que pretendía comprobar la fidelidad del novio/a, pocas veces han terminado bien ese tipo de bromas. Recuerdo uno en especial en que la novia llama a su chico, fingiendo una borrachera monumental y pidiéndole perdón por haberle sido infiel. El novio se calentó y al final con bastantes malos modos, un lenguaje soez y bastantes gritos, terminó confesándole que el también le había sido infiel. La mentira descubrió una verdad que terminó con la pareja, y con la persona que hacía la broma bastante mosqueada.
Algo parecido sucede en este libro. Roberto es un presentador de éxito, su programa de radio es el que más audiencia tiene, sus colaboradores y él forman un grupo bien avenido y glamuroso. Su vida está en lo alto de la montaña rusa, tiene una novia guapa, con la que no tiene ningún compromiso, un piso en propiedad y todo lo que podría desear. Sin embargo humanamente es un desperdicio de hombre, no teme pisar al contrario con tal de estar él bien, y por eso es incapaz de arrepentirse por las consecuencias de la sección de su programa, en la que una novia pone a prueba a su galán.
Sin embargo un día el programa tiene consecuencias, uno de los bromeados no ha podido superar la pérdida de su novia y se suicida. En la investigación sale a relucir su nombre y el del programa y su vida comienza a descender en la montaña rusa. El infierno en el que se ha metido le hace darse cuenta de que siempre ha buscado su comodidad y su éxito y ahora se encuentra sólo, sin más personas a las que acudir que sus padres. Tanto éxito no era más que una quimera, en cuanto esta desaparece nada queda más que la desesperación.
Acompañaremos a Roberto en ese descenso a los infiernos, en sus reflexiones, en la debilidad que siente, puesto que aunque piensa que lo que hace no está bien, primero está el salvar el pellejo uno mismo. Las situaciones que vive en ocasiones nos parecen grotescas, otras exageradas, y otras nos provocan una sonrisa por lo hilarantes… sin embargo detrás de todo subyace una crítica a los medios de comunicación y a la programación que se vende, una crítica a una sociedad que se alegra del dolor ajeno porque le sirve para olvidarse de sus propias miserias.
Al final el mismo es blanco de una broma cruel, que lo enfada, que lo hace seguir la estela que debería pero solo por unos instantes, puesto que los flashes del éxito lo ciegan y vuelve a caer en las redes de la televisión y del prime time…
Una novela de denuncia social con aires de novela negra, una investigación cargada de humor, unos personajes con peculiaridades exageradas… y un desenlace para nada esperado, un golpe de timón dado de una forma magistral que nos deja pensando un buen rato. Hasta donde una broma puede hacernos pasar un buen rato o nos puede ayudar a descender peldaño a peldaño hasta el mismísimo infierno.
La edición que yo he leído es la segunda, espero que siga vendiendo ejemplares y siga utilizando su sentido del humor y su buen hacer para llevarnos a la reflexión y ojala esta nos sirva para elegir mejor los programas de televisión a los que dedicamos nuestro tiempo libre.
Juan Ignacio Montiano tiene más novelas publicadas, la primera en 1995 El cadáver de porqueriza, intentaré encontrar alguna de sus anteriores novelas para ver si consigo pasar otro rato agradable con la prosa de este autor vasco.