Revista Cultura y Ocio
Anidan tus palabras en mi voz,permanecen en mi regazohasta volverse ternuras,se modelan en mis manospara reconocerse esencia.Mis versos recorren tu cintura,transparentan mi alma sobre tu piel,se amansan en sus perfilesfundiendo luz y deseo,hambre y compás,belleza y salvación.Enraízo la miradaen los postigos de tu aliento,me hago silencio en la madera que te habita,retorno cada día a los aromasque anuncian tu presencia redentora,los senderos donde resucitas mi nombrey lo conviertes en cadencia sagraday milagro cotidiano.