“Todos a la calle”

“Todos a la calle”. Ha llegado el momento de que hablemos alto y claro para que nos escuchen el Gobierno del PSOE, la patronal y la banca. Nuestra paciencia no es infinita y tenemos derecho a gritar nuestra impotencia ante la pérdida constante de puestos de trabajo y la incapacidad de Zapatero para mirar a su izquierda y hacer, de una vez por todas, políticas de progreso, que garanticen el empleo estable y unas prestaciones sociales básicas a todas las personas que están excluidas del mercado laboral por una crisis que no han provocado. Estamos en la cuerda floja y la situación amenaza tormenta. Los pronósticos de Zapatero no se cumplen y sus previsiones económicas tienen la misma credibilidad que la bola de cristal de Rappel.

Mañana es 1 de Mayo; las centrales sindicales han convocado concentraciones en todo el Estado español para conmemorar esta fecha, compartir pancarta con compañeras y compañeros, corear consignas,… Allí estaré. Y, como otras muchas personas, me preguntaré: ¿Y después qué? ¿No vamos a hacer nada más? ¿Hasta cuándo vamos a esperar?  El ministro Corbacho ha anunciado ya una reforma laboral inminente, que no promete nada bueno. Me temo que la salida a todo este caos será aún peor para las familias y personas más vulnerables, que son, somos, víctimas de la incapacidad de Zapatero primero para reconocer la gravedad de la crisis, después para desmarcarse de los dictados de la banca y la patronal y, por último, para girar hacia su izquierda, en lugar de hacerlo hacia su derecha.