Mucho se ha demorado la respuesta de las todopoderosas multinacionales farmacéuticas a la denuncia formulada por la monja-médico Teresa Forcades contra la vacunación masiva contra la gripe A.
Pero finalmente han salido a la palestra. Quizá asustadas por los miles de visitas que tiene el vídeo de Forcades en You Tube, tal vez porque la mayor parte de la profesión médica de toda Europa no quiere vacunarse (lo cual es sintomático) o, muy probablemente, inducidos por el escándalo de las vacunas del gobierno alemán, que había decidido vacunarse, sí, pero con unas dosis encargadas en el Reino Unido solo para ellos y los altos cargos mientras el resto de la población recibiría la vacuna de la polémica Baxter.
El vehículo utilizado para contrarrestar la popularidad de la monja benedictina ha sido un artículo publicado ayer domingo en el El País, con un título muy explícito: "Desmontando a la monja bulo".
Uno, de entrada, piensa que vienen con toda su artillería contra la señora Forcades, pero después de una lectura tranquila del texto llega a la conclusión de que es un simple manoteo histérico, con formas ramplonas impropias del citado diario y con argumentos falaces que incurren en los mismos graves errores que imputan a la monja: medias verdades y manipulación.
Da la sensación, al concluir el texto, que han fichado a Cristiano Ronaldo para sacar los fueras de banda.
Analicemos las formas y los argumentos.
-Formas-
Ya digo que se utilizan unos recursos impropios del diario para desprestigiar la figura y la argumentación de la monja. Se le califica de Mary Poppins y a sus argumentos de "cucharadas de azúcar", se la imputan "mensajes apocalípticos", se cuestiona su preparación científica con frases irónicas como "parece seria" o "afirma que se especializó". También se usa una presunta respuesta de una compañera de convento para insinuar que allí podrían estar avergonzadas de ella: "intenta disculparla tímidamente una de sus hemanas". Se la compara con visionarios que dicen hablar con extraterrestres y con integristas musulmanes nigerianos.
Se llega al caso, incluso, de describir la forma en que Forcades explica las cosas para poner en solfa el contenido: "Mirando a los ojos del televidente y con una ceja levemente levantada...".
¿Esto es importante? ¿Por qué no describen a Mariano Rajoy, por ejemplo cuando niega saber nada de la trama Gürtel?. Algo así como "...negó taxativamente con ojos vidriosos e inflando las mejillas al acabar su disculpa". Quizá vaya siendo hora de describir los gestos de los políticos y de las personalidades públicas para que los expertos en gestualidad criminal nos digan si mienten o no, dejando una vez más que la televisión, con series como Miénteme, nos marque el camino a seguir.
Pero por donde no se sostiene el razonamiento del artículo es en el argumentario que despliega.
-Argumentos-
Partamos de la base lógica de que nosotros, los profanos, no sabemos de qué lado está la razón, o si es compartida o si todos pretende engañarnos. Analicemos lo que dice la monja y los argumentos usados para rebatirla y confrontemos. Naturalmente, para seguir el hilo es preciso haber escuchado atentamente el vídeo de la señora Forcades y leído el artículo de El País. De lo contrario es mejor no seguir leyendo esto.
Baxter: La monja recoge la denuncia contra este laboratorio por poner en circulación material de vacunación contra la gripe estacional que contenían virus de la gripe aviar (de alta mortalidad) y virus de la gripe común.
El artículo, por contra, tergiversa estas palabras de Forcades y dice que son "muestras de gripe aviar" y no material de vacunación para gripe estacional. La diferencia es muy notable. Baxter ha reconocido el error. Lo que choca es por qué este gravísimo incidente no saltó a los medios de comunicación.
Garantía de las vacunas: La monja cita a la Asociación de Enfermería de Francia que denuncia el uso de coadyuvantes en las vacunas nunca utizados ni probados hasta ahora, diez veces más potentes que los habituales. Uno de ellos es el escualeno, usado en la Guerra del Golfo que causó graves lesiones a muchos soldados norteamericanos vacunados contra el ántrax. El artículo no dice nada de esto, solo cita una fuente para rechazar de forma genérica que Forcades no sabe nada de adyuvantes.
Inmunidad:
Forcades denuncia que los laboratorios, llevados por la prisa y la urgencia de fabricar millones de dosis en tiempo récord, se han saltado pasos importantes de seguridad en la elaboración. Y por ello han pedido a los gobiernos que les confieran inmunidad si se produjeran efectos secundarios indeseables. Es decir, si la vacuna mata o deja lesiones graves en el usuario nadie podrá reclamar al laboratorio. Esto fue concedido por el Gobierno Español mediante Real Decreto 1015/2009 de 20 de julio de 2009, firmado por el Rey en la embajada española en Singapur, que remite a otroque dice textualmente:"La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios podrá autorizar temporalmente la distribución de medicamentos no autorizados, en respuesta a la propagación supuesta o confirmada de un agente patógeno o químico, toxina o radiación nuclear capaz de causar daños. En estas circunstancias, si se hubiere recomendado o impuesto por la autoridad competente el uso de medicamentos en indicaciones no autorizadas o de medicamentos no autorizados, los titulares de la autorización y demás profesionales que intervengan en el proceso estarían exentos de responsabilidad civil o administrativa por todas las consecuencias derivadas de la utilización del medicamento, salvo por los daños causados por productos defectuosos. (verlo aquí)
Nadie se ha quejado. Ni las Asociaciones de consumidores, ni de Pacientes, ni de Víctimas de Negligencias Médicas. Nadie.
¿Cómo trata el artículo este asunto? No lo aborda. Solo cita a la OMS y a la Agencia Europea del Medicamento para decir que garantizan la seguridad de las vacunas.
Incluso cita a una fuente anónima del Ministerio de Sanidad para argumentar sobre el concepto de pandemia, ¡pero no le preguntan por el Real Decreto!
Y además, el artículo se cierra con esta solemne frase:
"y que si alguien lo hace (vacunarse) y sufre algún efecto adverso, pueda reclamar una indemnización".
Quizá antes de vacunarse deberían leerse el famoso Real Decreto.
Definición de Pandemia:
La señora Forcades dice que la OMS ha modificado la tradicional definición de pandemia al eliminar un elemento muy importante: la mortalidad. Si ya no es necesario que la enfermedad pandémica tenga una elevada mortalidad nos encontramos con que todas las enfermedades estacionarias son pandemias, pues afectan a mucha gente de muchos países.
El 11 de junio de 2009, dice Forcaedes, la OMS declaró el nivel 6 (el máximo) de alerta mundial por pandemia para una gripe A que es más leve que la estacional.
En el artículo se argumenta con un galimatías de perogrullo, en boca de un experto, la denuncia del cambio de definición de pandemia: "La definición de fase pandémica estaba ya establecida desde hace años. Lo que se hizo no fue cambiarla sino dejar explícito que el término pandemia no significaba nada más (ni nada menos) que una enfermedad que se ha propagado con incidencia superior a la habitual en muchas regiones del mundo"Sin embargo, a continuación cita a otra experta que "admitió que esa escala de alerta (la de la OMS) no era la adecuada y que habría que cambiarla".
Se le acusa a la monja-médico de alarmismo pero ya nadie se acuerda de la campaña del Colegio de Médicos de Madrid que fue apoyada por Sanidad: "No beses, no des la mano. Di Hola".
Se la compara con los integristas musulmanes del norte de Nigeria que se negaban a vacunar a los niños contra la polio después del escándalo de la vacuna contra la meningitis de Pfizer en 1996. ¿Es que no era para estar escamados?
En resumen, mucha pirotecnia pero poca sustancia.
Más empeño y más munición habrán de emplear los poderosos detractores de la doctora Forcades para deslegitimar sus argumentos, que serán ciertos o no, pero que se mantienen vivos mientras no se demuestre lo contrario.