Vladimir Putin, no sé si comunista confeso o revolucionario, estaba junto a Dª Pilar y D. Pedro en los listados de tan famoso bufete especializado en impuestos. Recuerdo declaraciones incendiarias de nuestro famoso director, claramente alineado dentro de la izquierda progresista y libertadora, enemiga acérrima de los mercados, pero con cuentas abiertas en paraísos fiscales. No lo critico. Simplemente hace decaer a límites insospechados la escasa fe que aún tenía en nuestra especie, a la vez que se rompe el mito de la supuesta superioridad moral de ciertas formaciones que tienen a bien distinguir el pueblo, al que pertenecen y defienden, de la “casta” supuesto enemigo del que, simultáneamente, también forman parte, en esa suerte de contradicción sobre la que cabalgar, como decía el Sr. Iglesias no hace mucho.