Todos los días no es fácil ser: madre, esposa y ama de casa

En estos días me he sentido algo agotada, un poco estresada, me he dado cuenta que las madres no somos de hierro, también sentimos el cansancio del día a día. Ser Madre, Esposa y Ama de Casa, no es nada fácil, son tantas funciones que hay días el tiempo no me alcanza para tanto. Mi prioridad es mi hija y ella me ocupa la mayor parte del tiempo, cuando ella descansa realizo las tareas del hogar, las cuales tengo presente desde que despierto, pensar en  preparar el desayuno, el menú del día,  preparar la comida, barrer, sacar polvo, poner la lavadora, tender la ropa, recogerla, lavar los platos, limpiar la cocina, limpieza del baño….. En fin.  El día se vuelve agitado y de tanto hacer y hacer, muchas veces no lo disfruto.Mantener el hogar ordenado, es un trabajo duro y absorbente, además hay días que me olvido de ser una esposa. Me he sentido como de otro mundo, triste, y sé que muchas veces es por tener tan presente todas las cosas que debo hacer. No sé que me ha pasado, desde que cambie un trabajo por compartir 100 por ciento con mi familia y dedicarme a mi hija he venido desempeñando todas estas funciones y nunca me había sentido de esta manera. Mi esposo me dice, deja eso así, lo haces mañana, y yo le digo mañana es peor porque no solo hay que hacer esta tarea que dejo pendiente sino que se me acumulan muchas más, la verdad él nunca me pone problemas por las cosas de la casa pero yo soy obsesionada con que las cosas estén limpias y en su lugar.Como todo ser humano hay momentos que quisiera olvidarme de platos, ropa, cocina, etc. anhelando por lo menos tener un día de atención, de dedicación, de relax, pero la veo lejos porque tal vez deje de ser ama de casa por unas horas, es posible, pero Madre nunca y mi pequeña me exige cada día más y ahora que está dando sus pasos mi atención es mayor, a ella no le niego mi tiempo, porque este se va muy rápido, ella crece y no la disfruto, por eso siempre mi Princesa, es la primera en todo.