Revista Deportes
Todos los años vivimos la misma situación. En las últimas 8 jornadas un grupo amplio, por término general, de equipos de fútbol luchan por evitar el descenso a la categoría de plata.
En esos últimos partidos contemplamos enfrentamientos realmente sorprendentes, de aquellos que, durante la mayor parte de la liga regular, han protagonizado partidos totalmente desprovistos de ganas, de lucha, de entrega y han dejado escapar puntos valiosísimos, y en muchos casos determinantes, para no llegar a los últimos partidos, en situación de riesgo.
La entrega, la pasión, la fuerza que vemos en esos partidos, sin duda habría sido fundamental para evitar los dramas de los últimos momentos. Y es que todos saben que, entre jugar en primera o segunda división, puede estar la supervivencia del puesto de trabajo para los profesionales, e incluso de la viabilidad económica para los Clubs.
Siendo así ¿Por qué dejan todo para el final? ¿Es esto una característica del fútbol?
Sin duda la respuesta es NO, en muchos ámbitos de la vida, tanto en términos empresariales, como personales, nos dejamos llevar por el día a día y cuando tomamos conciencia de que se aproxima, la entrega de los objetivos, los exámenes, la necesidad de hacer las reservas para irnos de vacaciones,… en muchos casos ya es demasiado tarde.
¿Qué hacer para que jugadores, entrenadores, directivos e incluso aficionados, tomen conciencia de la necesidad de tomar decisiones enérgicas, firmes, ante actitudes inmaduras, de algunos jugadores y entrenadores que se motivan tan sólo cuando juegan con grandes equipos? Realmente su liga es otra. En esa liga, es donde deben dar todo lo que tienen dentro, y donde se debe demostrar todo el saber hacer de los entrenadores y directivos.
No es verdad cuando se dice que la liga se gana o se pierde los ocho últimos partidos, es cierto pero no es verdad, la liga se pierde o se gana en la primera vuelta y en la regularidad, en la entrega y en el esfuerzo.
Un partido lo pierde cualquiera, sin duda eso es una realidad, pero cada partido se debe vivir como una final, se debe preparar como una final, no se puede permitir, la falta de rendimiento, la falta de entrega, la falta de concentración, hay que tomar medidas inmediatamente. Eso es lo que marca la diferencia.
La lucha que se produce en los últimos partidos ¿no se puede producir en los primeros? ¿Y en todos? Realmente es un fraude, los 38 partidos de la liga valen lo mismo, y ninguno se puede dar por ganado o por perdido. Y ese esfuerzo que se es capaz de dar en los últimos partidos, esa pasión con la que se viven las últimas jornadas, nos demuestran que los equipos podían haber hecho mucho más y probablemente algunos se habrían salvado, si hubieran empezado antes a tomar conciencia de la gravedad y seriedad que merecen todos los partidos.
No es serio señores, miles de aficionados, cientos de miles, sufren todos los años, sin saber qué hacer ante actitudes carentes de profesionalidad de muchos jugadores, entrenadores y directivos que desde luego no se merecen el afecto y admiración que los aficionados les tienen.
Y es que sin duda ¡Todos los partidos valen 3 puntos!