Revista Tendencias
Mis primeras 24h en Tokyo, así se escribe en japonés (imag01), fueron un encadenamiento de sorpresas una tras otra, por lo que una ciudad inacabable e inabordable en todos los aspectos supone. Caminar por sus calles bien sea de noche o de día, es una sorpresa continua, cuando no es por un modelo de coche que sólo has visto en dibujos animados, es por una reacción educada de alguien o por la falta de ruidos, o bien cualquier gadget creado para facilitarles las vida y que tanta gracia nos hace a los turistas. Pero en esta entrada quería describir un poco lo que supuso caminar por Shibuya y Shinjuku, dos de las estaciones principales de Tokio y zonas de tiendas más importantes de la ciudad, Shinjuku esta relativamente cerca de la calle Omotesando pero le dedicare una entrada aparte. Sorprende el frenético caminar de toda la gente entre tiendas, viendo escaparates y estando expuestos a todas las publicidades posibles (imag02) en forma de carteles, pantallas, televisiones, anuncios colgantes, luces, etc... y entre todo esto, el respeto constante a los semáforos (imag03), en esta zona se concentran el conocido cruce de Lost in Translation (imag04) con muchos otros similares, con pasos de cebra imposibles entre todos los lugares posibles de las aceras cercanas. El tipo de tiendas que encontramos son de lo más curioso, desde zapaterías con ediciones especiales (imag05), a salas de juegos algo infantiles (imag06), pasando por restaurantes de todo tipo, no muy lejos de allí una zona de hoteles muy particular, y salas de apuestas y encuentros, bares, el ocio y el negocio en estado puro y todo atravesado por un tráfico imparable pero organizado, una gran sorpresa que llega a sorprender por contraste.