Por primera vez una mujer al frente de Tokio, una de las capitales de la economía mundial. Yuriko Koike se define como conservadora, nacionalista y perseverante y resta importancia a los comentarios sexistas de sus contrincantes.
Se trata de la primera gobernadora electa de esta gran ciudad y ha vencido en una campaña manchada por la corrupción y el machismo. Su promesa de cambio viene en un momento de desafío: en 2020 se celebran los Juegos Olímpicos en su ciudad y el presupuesto ya está excediendo al previsto. Aunque se ha presentado como independiente a estas elecciones, Koike pertenecía al Partido Liberal Democrático de Shinzo Abe (primer ministro del país) y comparte con este importantes puntos de su programa económico.
A su izquierda tenía un adversario político difícil, Shuntaro Torigoe, pero un escándalo sexual eclipsó su candidatura. Una relación con una alumna hace varios años, emergió muy oportunamente en plena campaña, dando vía libre a diversas teorías sobre confabulaciones y la conveniencia de quitar a un contendiente incómodo por su corte reformista.
Licenciada en sociología por la Universidad de El Cairo, Yoriko Koike tiene un perfil cosmopolita y ha sido ministra de medio ambiente, por lo que se espera que organice unos juegos que cumplan con los objetivos de reducción de las emisiones de carbono. La gobernadora fue también ministra de defensadurante menos de dos meses con Shinzo Abe.
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