España es uno de los países con más Bienes Materiales Patrimonio de la Humanidad, con un total de 45. Sólo dos países en el planeta tienen más bienes que España, Italia con 51 y China con 50.
Pues bien, entre esos 45 Bienes Materiales se encuentra la ciudad de Toledo en su conjunto, Patrimonio de la Humanidad desde 1986. Y esto no es una casualidad. Si alguno de vosotros no habéis tenido la oportunidad de visitar esta ciudad, os aconsejo fervientemente que lo hagáis, porque nadie se tendría que morir sin pasear por las calles del casco antiguo de Toledo. Dicho casco resulta un museo en sí mismo. Por sus diferentes calles y barrios se nota la presencia de todas las culturas que han habitado la ciudad desde los Romanos hasta la actualidad. Así pues, la gente puede pasear por la antigua judería y visitar tanto la sinagoga del Tránsito como la de Santa María la Blanca. También puede perderse por sus estrechas calles y callejones, originarias de la invasión musulmana. Además, y en relación con la cultura árabe, se puede visitar la emblemática Puerta de Bisigra o la Mezquita de la Luz, entre otros muchos monumentos. A su vez, la ciudad dispone de una innumerable cifra de museos de todo tipo, historia, pintura o religiosos, entre los que podemos destacar el museo de Santa Cruz o el museo, dedicado al pintor griego asentado en Toledo, El Greco. Por último me gustaría destacar, lo que para mi son los cuatro grandes monumentos de Toledo. En primer lugar quiero reseñar el Hospital de Tavera. Un hospital construido a finales del siglo XVI, de estilo renacentista, y que alberga en su interior un museo, un archivo y un patio digno de admirar. En segundo lugar cabe reseñar el Monasterio de San Juan de los Reyes. Construido bajo el reinado de los Reyes Católicos, es una de las obras más importante del gótico de la ciudad, junto con la Catedral. En tercer lugar el Alcázar. Un edificio situado en la parte más alta de Toledo y cuyo origen, con posteriores reformas y ampliaciones data del siglo III, cuando los Romanos establecieron en ese lugar un palacio. En cuarto y último lugar, he dejado el monumento más importante e impresionante de la ciudad, La Catedral de Santa María. Su construcción, hasta verse tal y como se puede disfrutar hoy duró casi 300 años, desde 1226 hasta 1493. De estilo gótico es una de las catedrales más grandes y oscuras de España. En ella, te puedes pasar horas y horas admirando la grandeza de esta imponente construcción.
En definitiva, como he dicho con anterioridad, visitar Toledo debía ser una de las no se cuantas cosas que todo el mundo debe hacer antes de morir, por todo lo que he comentado en este artículo, y por todo lo que sus calles y monumentos esconden. Un patrimonio muy difícil de igualar, no solo en España, sino a nivel mundial.