
Me imaginaba que tenía que oir sonidos de guitarras, ruidos de espadas y gritos de moribundos.
Nada de esto: las calles estaban desiertas y silenciosas, las ventans oscuras; apenas se oía, de vez en cuando, en las esquinas y en los cruces, algún que otro ligero rumor o fugitivo susurro del que no se podría asegurar de dónde provenía.
Llegué a la fonda sin haber raptado a ninguna toledana, hecho un tanto decepcionante, pero también sin acabar con algún agujero en el vientre, lo que sin lugar a dudas tenía algo de consolador.
Edmundo de Amicis. España. Diario de viaje de un turista escritor (1872)







Fuente:http://miratoledo.blogspot.com.es/2015/09/poco-antes-de-medianoche.html