Child comenta: “Cuando me planteé la cuestión de los orígenes de Jack Reacher, al recordarlo ahora veo que surgió de todas las lecturas que había venido haciendo a lo largo de los años. Es un personaje muy legendario, muy mítico... es como Robin Hood, o el héroe de los westerns. Aparece en todas las épocas de la historia (el misterioso forastero, el noble solitario), se le llama “caballero andante” en términos de crítica literaria. Es un tipo con unos principios relativamente elevados, pero que por alguna razón está destinado a vagar por el mundo y a llevar cabo buenas obras”.
No son solamente las cualidades míticas del personaje, según su autor, las que le han proporcionado su inmensa (y siempre creciente) popularidad.
El director Christopher McQuarrie.
“En mi opinión es una metáfora de algo que todos deseamos en secreto, y que es la justicia. Y ese es el gran atractivo de Reacher, tanto para los hombres como para las mujeres. Creo que sobre todo las mujeres se sienten especialmente ofendidas por la injusticia. Y ahí está Reacher, que se encuentra con una situación injusta y va y la arregla. Hará lo que haga falta, sin ninguna clase de duda. Y claro, hay mucha violencia en los libros, y muy cerrada. Pero creo que secretamente, en el fondo, eso es lo que queremos. Queremos ver que se arreglen las cosas, y queremos ver que se castigue a los malos”, dice Child.Siguiendo la tradición de thrillers clásicos de los setenta como ”Bullitt” o “French connection”, “Jack Reacher” alardea de una impresionante secuencia de persecución en coche a través de las calles y callejones del centro de Pittsburgh, en donde se desarrolla la historia.
Caleb Deschanel, director de fotografía nominado al Óscar, se inspiró en thrillers de los setenta tales como “Pelham 1 2 3”. Con esa idea, McQuarrie decidió filmar en pantalla ancha anamórfica, igual que como se hicieron tantas de aquellas películas clásicas, y evitar cualquier cosa “nueva y brillante” en torno a Reacher, en palabras de McQuarrie. Para llevarlo a cabo, la película se rodó en exteriores en Pittsburgh, Pennsylvania, lo que le dio a la producción un “toque industrial”, según Granger.
Una característica típica de las mejores películas de acción norteamericanas es la persecución en coche, una de las pocas cosas para las que Jack Reacher (que no sabe conducir) no estaba preparado.
En principio, estaba previsto filmar la persecución en cinco noches, pero Cruise le sugirió a McQuarrie que alargase la secuencia y que la convirtiese en el plato fuerte de la película. McQuarrie recuerda: “Tom me dijo: 'Quiero que te esmeres. Quiero que revises todas tus persecuciones en coche favoritas. Dime que es lo que quieres conseguir, y haremos que suceda”.
McQuarrie se reunió con Paul Jennings, director de la segunda unidad y coordinador de especialistas, para elaborar dicha secuencia. “Chris y yo nos sentamos en una sala y empezamos a hablar de lo que podíamos hacer para ser diferentes y nuevos”, recuerda Jennings. Al mismo tiempo, seguíamos queriendo que resultara clásica, basada en las grandes persecuciones de coches que todos conocemos y que nos encantan. Argumentábamos que todo el mundo piensa que filmar una persecución consiste solamente en crear ángulos, hacer que parezca más rápida, y con un ágil montaje. Y nos dijimos: '¿Sabes una cosa? Lo que pasa es que en esas películas antiguas conducen muy deprisa. Por eso quedaba genial'. McQuarrie y Jennings también se dieron cuenta de que Cruise es un conductor profesional y con experiencia. “Chris y yo decidimos que íbamos a meter a Cruise en todos los planos que pudiéramos”, dice Jennings, “Y si la cámara no corre peligro, no merece la pena hacer el plano”. Cruise asumió plenamente esa filosofía, y en los dos meses siguientes trabajó con McQuarrie y Jennings en planear meticulosamente cada segundo de la persecución, incluidas las carreras a toda velocidad y las colisiones. Y lo que es más importante, Cruise y McQuarrie acordaron que sería Cruise quien conduciría durante toda la persecución.
Pero el mayor problema iba a ser el tiempo. “En principio teníamos cinco días para toda la persecución”, explica McQuarrie. “Y ahora era mucho más larga. Pero Tom estaba decidido a hacerla en el mismo tiempo y con el mismo presupuesto. Eso exigió que él trabajase las 24 horas, sin descanso. Una siesta de 30 minutos entre un largo día con la unidad principal y toda la noche en vela con la segunda unidad. Nadie más hubiera podido hacerlo, nadie”.
De ahí, la conversación pasó a la cuestión de utilizar la consumada técnica al volante de Cruise y hacer un buen uso de ella. Antes de que las cámaras se pusiesen a rodar la larga secuencia de la persecución, Cruise se entrenó en Los Ángeles con un experto conductor especialista, y luego siguió practicando en los diversos escenarios, al volante de un Chevrolet Chevelles de 1970 conseguido por la producción (completado entre Ohio, Michigan, Pennsylvania y un vendedor de Connecticut). Granger recuerda el día en que se pasó por allí “para ver cómo funcionaba el coche”.
“Había un aparcamiento al otro lado del río donde él practicaba, sólo él y uno de los conductores especialistas. Tom iba y venía, sorteando los conos que se habían colocado para las escenas. 'Venga, monta', me dijo. Cuando me monté, se puso su arnés de cinco enganches, y yo tan solo con el cinturón de seguridad. Hizo cabriolas, giros en redondo, derrapes al entrar y al salir de las curvas, así que nunca más me volví a montar en ese coche. Para mí, fue suficiente”.
Pero todo ese riguroso entrenamiento dio sus frutos. Cruise acabó conduciendo él mismo durante toda la secuencia de la persecución, “de principio a fin. Te diré una cosa, no creo que nadie sea capaz de volver a filmar una persecución como esta por una sencilla razón: habría que encontrar a alguien como Tom, dispuesto a meterse en un coche y a lanzarse contra otros coches a 100 kilómetros por hora. Y además, habría que encontrar a alguien que estuviese realmente bien preparado para hacerlo, suponiendo que quisiera. No conozco a nadie más que Tom que cumpla esas condiciones”, dice Granger.
“No te equivoques, conducir esos coches fue muy divertido”, comenta Cruise. “El sonido de los motores, el potencial de lo que íbamos a conseguir en la pantalla... no estaban montados en raíles, ni rodamos con pantalla verde, así que lo planificamos tanto como pudimos, pero aún así no se sabe al cien por cien lo que puede suceder por culpa de las condiciones de la carretera. Hablamos de superficies mojadas, neumáticos fríos, temperaturas cambiantes, un coche que tiene mucho balanceo y yo no voy en una jaula. Básicamente, tenía un arnés de cinco enganches debajo (de mi ropa). Le pusimos un asiento de carreras y algunos estabilizadores, pero seguía sintiéndose mucho impacto, con el añadido de llevar una cámara montada dentro o fuera del coche. Fue un verdadero trabajo de precisión y estuvo genial conducir esos coches y ver hasta dónde podían llegar”, dice Cruise.
Jennings, director de la segunda unidad, comenta: “Aprendí un montón sobre armas, autopsias y coches. En cada película que haces, aprendes algo. Durante la persecución de coches, tuvimos que filmarla de una forma totalmente diferente, porque intentábamos rodar al actor dentro del coche, en lugar de que condujese el coche un especialista, lo que es mucho más común. Fue una nueva manera de rodar una persecución, y estuvo genial”.
En concordancia con un héroe tan poco convencional como Reacher, en la película aparece un estilo de lucha poco corriente, el Método de Lucha Keysi. Creado en España, se eligió este estilo porque es el que mejor refleja la técnica de “lucha callejera” ruda y brutal de Reacher, adquirida durante sus años de formación en el extranjero. El Keysi es un método de defensa personal con principios básicos de combate guiado por un sentido exacerbado de los instintos naturales. Utiliza los codos, las rodillas, las palancas con el peso, todo lo preferido por Jack Reacher. El estilo busca también formas de combatir contra varios oponentes. Cruise comenzó a entrenar con Jennings y el ayudante del coordinador de efectos especiales, Robert Alonzo, siete días a la semana durante cuatro meses, hasta que el estilo de lucha se convirtió en algo instintivo. Mientras, Cruise, McQuarrie, Alonzo, Jennings y el director de fotografía Caleb Deschanel se pusieron a trabajar a fondo en la coreografía de las tres principales escenas de pelea de la película. Al igual que con la persecución de coches, no iba a haber ninguno de los artificios cinematográficos más habituales, como sacudir la cámara o hacer un montaje rápido para crear una falsa energía. En lugar de eso, la cámara se quedaría en la periferia, obligando a Cruise y sus rivales a intercambiar golpes de verdad. Las peleas serían más cortas y extenuantes a nivel físico, y los golpes serían más devastadores. Lo que surge en la pantalla es lo más parecido a una pelea real mano a mano que se haya visto en el cine en mucho tiempo.
El coreógrafo de luchas Alonzo opina: “La peleas en “Jack Reacher” fueron diseñadas con un planteamiento militar y táctico. Utilizamos un montón de ejercicios con arma blanca, dirigidas a puntos de contacto altos, medios y bajos, los cuales serían más mortales cuanto más alto fuera el punto de contacto. No quería que todo quedara demasiado coreografiado, así que adiestré a Tom en ese estilo concreto de lucha. Trabajé con él un par de meses, prácticamente todos los días, y le enseñé a adquirir movimiento reactivo. Le adiestré como a un luchador, para que en todo momento reaccionara ante una pelea, y no se limitara a seguir una coreografía”.
Cruise se preparó durante la pre-producción para la imponente tarea de enfrentarse a las escenas peligrosas de “Jack Reacher”, e incluso siguió con su agotador horario de ensayos, rodaje, entrenamiento y trabajo con los especialistas durante la fotografía principal. Para Cruise era importante bordar esas escenas porque “Chris y yo hablaríamos siempre de que cada pelea hubiera tenido que ser diferente para apoyar a la historia”.
Y así, una escena de pelea clave (o más bien, el enfoque que le da Reacher) revela la verdadera naturaleza de Reacher. En una escena crucial, un grupo de matones reta a Reacher, y este les avisa una y otra vez de que el combate va a terminar mal, pero para ellos.
“Reacher es alguien que solamente quiere su libertad, vivir su vida de la forma que elija, pero se ve metido en estas situaciones porque tiene un sentido de la responsabilidad, de lo que está bien. Le pelea en la puerta del bar es un buen ejemplo. No quiere hacerlo, se resiste, pero se ve metido en una situación en la que tiene que pelear contra esos tipos. Tiene un nivel extraordinario de humanidad e integridad”, observa Cruise.
Fuentes:https://www.image.nethttp://www.filmaffinity.com/es/film174812.html
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