Tom Petty, uno de los grandes del rock y uno de los autores más brillantes.
Aunque en USA y otros países vendió muchos millones de discos, Tom Petty no era un artista de masas en España, tenía muchos y muy fieles seguidores, pero no puede decirse que fuera un superventas. Terminaba la década de los setenta del siglo pasado cuando algunos tuvieron la suerte de tropezarse con un disco titulado ‘Damn the torpedoes’; éstos se convirtieron, desde entonces, en incondicionales siempre dispuestos a propagar las excelencias de un músico de enorme valía y talento, un músico que jamás decepcionaba. Lo suyo ya no era el rock pesado de los setenta ni un torpe acercamiento a las nuevas tendencias, tenía de aquí y de allá, pero por encima de todo estaba su personalidad, potente, rebelde, pero a la vez muy elegante, muy estilosa, con clase y enorme atractivo. Entre unas cosas y otras publicó una veintena de discos, el peor de los cuales puede calificarse de muy bueno, es decir, no sólo consiguió éxitos indiscutibles, no sólo compuso canciones absolutamente imprescindibles para la historia del rock estadounidense, no sólo brilló al asociarse con quien se asociara, sino que mantuvo siempre una altura artística elevadísima. También fue Tom lo que se dice un buen tipo. Echó una mano a muchos de sus colegas cuando más lo necesitaban, mostró compromiso social en infinidad de ocasiones, se plantó cuando había que plantarse…, pero jamás perdió esa elegancia del hombre íntegro, del que hace las cosas por convicción, del que no va con el fotógrafo que le lleve a las primeras páginas. No, el maravilloso compositor, cantante y guitarrista de Florida nunca se condujo como un fantoche que se siente obligado a enarbolar bandera y tomar causa cada semana porque se cree que si no lo hace llegará la catástrofe… No, él era leal, fiable, dotado de una elegancia natural tanto dentro como fuera del escenario, y sin embargo, jamás volvió la cara ni buscó excusas cuando había que echarle narices; y todo sin armar jaleo, sin aspavientos, sin llamar la atención, sin buscar protagonismo allí donde estuviese.Tom fue un niño maltratado y despreciado por su (indeseable) padre. Tal vez por eso nunca se condujo con vanidad ni mostró ni una pizca de soberbia, a diferencia de otros, que van repartiendo codazos para ponerse al frente de la pancarta; como por ejemplo Bono, el cantante de U2, que se ha convertido en un metepatas reincidente, un tronco incapaz de resistirse a la posibilidad de conseguir el aplauso fácil y demagógico; la última, en México, donde gritó “¡No más Las Vegas!”, por el tiroteo mortal, y un desafortunado y mentiroso “¡No más España”, por la supuesta brutalidad policial (¡menuda brutalidad debió ser para que a las pocas horas permanecieran ingresados dos heridos, incluyendo el infartado!); habría que recordarle las brutalidades escalofriantes que han tenido lugar en su país, o las que perpetran a diario las autoridades y policías mexicanos, o las recientes de la policía alemana en Hamburgo..., y jamás se le ocurriría berrear “no más Irlanda, no más México, no más Alemania”. En fin, no extrañará que incluso él mismo dijera en un momento de lucidez que “hasta yo me harto a veces de Bono”. Por el contrario, Tom Petty jamás se dejó llevar por la demagogia ni protagonizó groseras y sonrojantes salidas de tono (como las del mencionado). La colección de excelencias musicales del rubísimo artista es muy extensa, e incluso ciñéndose exclusivamente a sus éxitos habría que hablar de docenas. Pero si hubiera que limitarse sólo a media docena, aquí van esas que todo el que presuma de amante y conocedor del rock & roll tiene que conocer y degustar en cualquier momento; quienes no las hayan escuchado nunca… ¡qué suerte!, cuando las escuchen van a sentir profundas emociones. ‘Learning to fly’ (que no tiene que ver con drogas) la escribió influenciado por los acontecimientos del momento (como la Guerra del Golfo); sus maravillosas guitarras tienen un algo que recuerda a los Byrds… ‘Here comes my girl’ es una canción de amor en la que el chico sabe que está tan ‘enganchado’ a la chica que cuando está ella delante se bloquea, así que cuando se queda solo se aconseja no pensar en ella, pero cuando aparece…; posee una creciente intensidad vocal e instrumental que parece liberarse cuando ‘llega la chica’. ‘Free fallin´’ es también una canción de chico-chica, aunque introduciendo unas cuantas referencias a sitios, calles y carreteras de Los Angeles; ese medio tiempo, esa elegancia ligera, sus muchas sutilezas…, ¡qué canción! ‘Refugee’ la escribió tras experimentar en propias carnes los tejemanejes de las compañías discográficas, que tratan a los artistas como si fueran de su propiedad. Mike Campbell, su guitarrista de confianza, dijo que hicieron más de 100 tomas de la canción hasta que, finalmente, consiguieron expresar lo que pretendían. Por eso, por la dificultad para lograrla (“Llegué a pensar que nunca la terminaríamos”), era una de las favoritas de Petty, que dijo que siempre le hacía feliz. Es rock en estado puro, sólo rock. ‘I wan´t back down’ contiene un mensaje de autoafirmación, de decisión ante las dificultades que se presentan: “en un mundo que sigue empujándome, me mantendré firme y no retrocederé”; por eso este tema ha sido utilizado en Usa como refuerzo social ante catástrofes varias, como fondo musical a propuestas políticas e incluso como himno de equipos deportivos. En realidad, Petty escribió esta canción después de que un pirómano quemara su casa, en California, y para decirse a sí mismo que era mejor echar adelante sin mirar atrás. El estribillo, la estrofa, el solo, los coros…, deliciosa. Además, Tom Petty colaboró en infinidad de ocasiones con otros, como por ejemplo los inolvidables Travelling Wilburys, que se pusieron en marcha sin haberlo previsto, casi de forma casual. Sea como sea, un equipo con nombres como Orbison, Dylan, Harrison, Lynne y Petty es un equipo ganador por talento. Además, aprovechando esa amistad, Tom Petty ayudó a crear el último éxito (ya póstumo’) del gran Roy Orbison, el magnífico ‘You got it’. Ah!, y nunca olvidarán sus fans su estelar ‘aparición’ en Los Simpsons, donde volvió a compartir escenario con otros gigantes del rock y donde perdió un dedo del pie…CARLOS DEL RIEGO