El otro día comentaba con Salva, del blog amigo Mentalparadise que, como en otros ámbitos de la vida, los genios no abundan; y, en este sentido, hablábamos de Sting, Neil Young y Van Morrison. Desde mi punto de vista, Tom Waits también merece estar en este selecto grupo. En otra ocasión animaba a escuchar la maravillosa “Blues Tom Traubert“, compuesta por el californiano a partir de la canción tradicional australiana “Waltzing Matilda”, pero en la voz de Rod Stewart; esta vez propongo el tema “Alice”, perteneciente a su decimoquinto álbum de estudio (2002), con temas compuestos para la obra teatral sobre Alicia en el país de las maravillas. Es una canción bellísima, donde la cavernosa, rugosa y atormentada voz de Waits se regula y equilibra gracias al solvente saxo de Colin Stetson, un instrumento que, desde la timidez de la penumbra, acaba por enseñorearse de la canción.
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