Revista Coaching

Toma tus decisiones conectado a tu verdadera sabiduría

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Toma tus decisiones conectado a tu verdadera sabiduría

por Cristina Hortal.

La capacidad de decidir está presente en casi cada segundo de tu vida, aunque no te des cuenta de ello.

Para mí ser plenamente consciente de esto y utilizarlo a tu favor es a todas luces un valioso pasaporte hacia tu libertad.

Hoy quiero invitarte a sacarle el máximo rendimiento a este aspecto tan poco explotado de nuestra vida para que tomes las riendas de tu existencia de una manera definitiva.

Al fin y al cabo, eres tú y solamente tú la persona a la que le corresponde dirigir tu andadura.

Y sobre todo, quiero que tomes tus decisiones conectado a tu grandeza; que te dirijas a ti mismo estando en contacto con tu verdadera sabiduría.

Te contaré cómo tomé una gran decisión desde ese lugar de sabiduría, rompiendo mis esquemas habituales.

Y cómo eso dio paso a un montón de oportunidades, nuevas decisiones, y regalos maravillosos que nunca hubiera esperado.

De hecho, estoy hoy escribiendo esto para ti gracias a todo aquello que ocurrió en su día.

Pero ahora hablemos de ti.

Tú, como yo y como cualquiera, tomas decisiones absolutamente siempre.

Cada día y en todo momento.

Venga, ¡tómate unos minutitos para reflexionar conmigo!

Tomas decisiones siempre

Casi cada instante de tu vida está repleto de decisiones constantes.

No solemos ser conscientes de la mayoría de ellas, pero están.

  • Decides los pensamientos en los que te recreas, las emociones que alimentas.
  • Decides lo que expresas y como lo expresas, decides lo que callas, decides en qué creer y en qué dejar de hacerlo.
  • Decides la actitud con la que te levantas y con la que te vas a la cama.
  • Decides el tono de voz que empleas en una conversación, la postura corporal durante la misma, cómo te vistes.
  • Decides lo que comes, si vas andando a un lugar o te desplazas en coche, bus, o bicicleta.
  • Decides qué camino escoger para ir a cualquier lugar...

Tomas decisiones siempre.

Tomas decisiones conscientes e inconscientes. Tomas decisiones grandes y pequeñas.

Decisiones que se reflejan acto seguido en algo palpable, como una acción y decisiones más sutiles, que pueden pasar desapercibidas.

  • ¿Te has parado a pensar, por ejemplo, hoy qué querías desayunar o has comido lo de siempre, sin pensarlo?
  • ¿Te planteas conscientemente cada día el trayecto que quieres realizar camino a casa, por ejemplo?
  • ¿O, simplemente, repites cada día el recorrido de manera automática?
Si no decides conscientemente, decides por inercia. Y la inercia, te aleja de la libertad.

Es cierto que estoy hablando de cuestiones mínimas, con poca importancia, al menos en apariencia.

Sin embargo, el resultado global de nuestra vida suele ser la suma de miles de decisiones de este tipo.

Además, puedes empezar con las decisiones pequeñas para entrenar tu mente y tu conciencia a estar más alerta; puedes empezar a entrenarte tú en el ejercicio deliberado de tu libertad en cada elección.

No hay decisiones pequeñas

Cómo he mencionado antes, las decisiones pequeñas no lo son en realidad.

Son importantes porque son parte de hábitos y decisiones más grandes.

Hay una frase que, a mi entender, lo ilustra a la perfección:

Como haces una cosa, las haces todas. - Harv Eker

Así que te recomiendo que empieces en pequeño:

Hazte, ahora mismo, consciente de alguna decisión inmediata que esté en tu mano y tómala consciente y libremente.

Tómate el lujo de elegir tu vida a cada momento. Al menos, siempre que te sea posible.

No ser consciente de esto comporta riesgo, ¿lo sabes?

No ser consciente de la libertad que tienes de tomar decisiones (de todo tipo) en tu vida comporta riesgos, o consecuencias.

Y es que desarrollas, sin quererlo, una actitud en referencia a los diferentes aspectos de tu vida, muy impregnada de:

En general vives con una sensación de ser prisionero (y lo eres porque no has aprendido a usar la libertad que te corresponde por derecho propio).

La sensación de estar viviendo situaciones injustas se puede apoderar de ti.

Eso desencadena emociones abrumadoras en tu interior, que te bajan la energía, la motivación y la fe en que un cambio es posible.

En definitiva, te vuelves poco eficaz para dirigir y mejorar tu vida.

Toma tus decisiones conectado a tu verdadera sabiduría

Como verás, el propósito central de este post es que empieces a tomar buenas decisiones.

Pero no decisiones "buenas" en el sentido tradicional.

No sé lo que tú interpretas como una buena decisión.

Es posible que, desde pequeño, te enseñaran a tomar tus decisiones centrado en el resultado.

En este artículo de Alberto puedes reflexionar más a fondo sobre esto.

Lo más importante era el desenlace final y se te olvidaba disfrutar del proceso. Lo hacías con apego, miedo y necesidad de control.

Se nos enseñó a tomar decisiones buscando una supuesta seguridad y evitando riesgos.

O sea, aprendimos a decidir desde el miedo.

Eso nos llevó a empezar a ignorar nuestra propia voz; nuestros verdaderos anhelos.

Empezamos a intelectualizarlo todo, nos desconectamos emocionalmente y nos perdimos a nosotros mismos.

Para desandar ese camino y conectar con quién de verdad eres, necesitas primero, desconectarte de quién no eres.

Hoy te digo que no tomes decisiones por tu cuenta. O lo que es lo mismo: no las tomes desde el miedo y tus condicionamientos antiguos.

Conéctate con una sabiduría mayor. Trasciende tu autoconcepto ordinario y traspasa tus límites.

Toma decisiones fuera de lo común para ti y tómalas desde "otro lugar". No te bases en el resultado, sino en el trayecto.

Decántate por aquello que te hace feliz en sí mismo, sin necesidad de una recompensa final que te "premie" por el "sacrificio".

¿Por qué no?

Se nos insta a ser prácticos y racionales. Pues el método científico se basa en la experiencia y en la comprobación de resultados.

Pruébalo.

Al leer esto te puede parecer simple teoría. Bonita, pero difícil de aplicar.

Al estar ante una decisión importante, tener en cuenta el enfoque que he desarrollado en este post, te puede parecer una temeridad.

Es justo lo contrario.

Te asegura los resultados desde el principio, porque empiezas a "recoger los frutos" nada más ponerte en camino.

El simple hecho de escucharte de verdad, atender tu verdadera voz y tener el coraje de empezar a seguirla a pesar de obstáculos y miedos, va a disparar tu energía.

Vas a conectarte con la emoción de estar vivo y puedo decirte que la autoestima está garantizada.

Vas a sentir que, por fin, te eres fiel a ti mismo y que estás viviendo tu propia vida y no la que otros han diseñado para ti.

Podrás, como afirma Alberto, vivir tu leyenda.

Nada es comparable a esa sensación. Nada puede empoderarte más.

Ahora voy a contarte brévemente mi caso.

Voy a contarte cómo yo empecé a tomar decisiones conectada de verdad conmigo misma y cómo eso lo cambió todo para mí.

Te lo voy a resumir muchísimo, porque no es el lugar para extenderme sobre esto.

Yo había arrastrado desde que tengo memoria, una oculta sensación de no estar en mi lugar.

Sentía que no hacía todo lo que podría hacer, que no daba de mí todo lo que podía dar, tanto personal como profesionalmente, en mi vida.

Pero solía ignorar la voz que me decía que algo no estaba bien; que estaba viviendo a medio gas.

Tenía problemas varios, que solían repetirse en mi vida, mis trabajos y mis relaciones.

Estaba enferma también.

Sufría una enfermedad considerada crónica y llamada espondilitis anquilosante.

Siempre había sido una gran apasionada de todo lo relacionado con el desarrollo personal.

Había leído miles de veces sobre la relación entre nuestro estado de salud física y nuestro estado emocional interno.

Sabía que mi enfermedad tenía que ver con algún conflicto interior sin resolver, pero la verdad es que no sabía cómo dar con la clave para encontrarme bien.

Muchas enfermedades con conflictos internos sin resolver.

Un buen día, decidí llegar al fondo de la cuestión.

Me desconecté por completo de mi entorno durante más de un mes para tener una profunda conversación conmigo misma.

Lo hice yendo a hacer el Camino de Santiago. Sola en invierno, sin teléfono y coja como estaba.

Eso implicó afrontar un gran miedo, porque yo me sentía impedida por la enfermedad y el dolor, pero decidí dejar de creer en ella y creer en mí.

Llegué a muchas conclusiones en esa gran reflexión que supuso caminar más de ochocientos kilómetros.

Aprendí a escucharme y empecé a tomar decisiones fuera de mis límites habituales. Redirigí mi vida en muchos aspectos:

En poco tiempo, cambié de pareja, de residencia, formé una familia, dejé mi profesión anterior y decidí darle vida a mí proyecto online basado en lo que siempre me había apasionado de verdad: el desarrollo personal.

Ahora, me soy fiel todo lo que puedo a diario y me encuentro bien físicamente. Los dolores no son parte de mi vida ya.

Y en general, me siento coherente e íntegra. Mi energía suele estar bien alta y me levanto cada mañana con entusiasmo.

Puedes empezar AHORA, sin más demora. Y puedes hacerlo tomando una "pequeña" decisión (recuerda que no existe tal cosa) en este preciso instante.

Una decisión que te nazca del corazón, que no se base en el miedo sino en la confianza y el coraje.

¿Qué se te ocurre?

Fuente https://www.abcoach.es/toma-decisiones/

Si quieres ver más posts de la misma categoría, haz click aqui:


Volver a la Portada de Logo Paperblog