El SEM (Search Engine Marketing) es el hermano pedigüeño del SEO. Él no mueve un músculo si no es por dinero, mientras que a su hermano, el SEO, le gusta movilizar a las empresas y tenerlas sumidas en los malabares de su juego de palabras clave, contenidos, link building, social media… y lo hace sin rendirse ante el vil dinero. Eso sí, los resultados son lentos como un Pentium I, pero cuando encajamos las piezas de este cubo de Rubbick los resultados son prodigiosos y todo el mundo nos admira.
Por supuesto, el dichoso SEM se diversifica para no pecar de aburrido. Así que podemos toparnos con el de sabor clásico (en un pequeño pero oportuno recuadro ubicado a la vera de nuestros resultados de búsqueda), el denominado Adsense (publicidad insertada en blogs y medios digitales) o un mapa donde se nos ubica perfectamente y así evitamos quedar como un Wally extraviado.
Por lo tanto, el SEM es un posicionamiento con chequera, una escalada asistida por funiculares hasta la cima más peliaguda. Y eso sí, es rápido, de efectos inmediatos y atañe a Google, aunque muchas empresas se dedican al noble arte de impulsar campañas de palabras patrocinadas.
Así que una vez que nos hayamos convencido de la necesidad de llamar al funicular para ascender y ponernos tozudamente a la vista de nuestra clientela (con un ramo de rosas, si es preciso) recurriremos a Adwords para ver qué palabras clave son más atractivas para despertar la curiosidad del cliente.
Por ahora, un poco de vademécum sem:
-Clic: Cuando una persona hace clic en nuestro anuncio.
-CPC (oste por clic): el máximo lo elige el anunciante y se refiere a la cantidad de dinero que se paga por un clic en nuestro anuncio
-Impresiones: numero de veces que se muestra nuestro anuncio a los usuarios de Google
-CTR: impresiones divididas entre clics. Por lo tanto, si obtenemos 100 impresiones y un clic de ello resultará un CTR de 1%.
-Anuncio: Es el anuncio que mostramos. Su redacción es asunto del anunciante y se divide en título, text y url.
-Keyword: Esto ya forma parte de nuestro ADN 2.0. Por supuesto, es la palabra clave que activa el anuncio cuando los usuarios la ponen en la caja de búsqueda de Google. De este modo, si buscamos “comercio online” se nos mostraran los anuncios de aquellos anunciantes que están pujando por la palabra clave de marras.
Así queda definido el tinglado de los Adwords en Google que nos procura resultados de visibilidad fulminantes. Por supuesto, siempre podemos ponernos el mono y atacar el asunto nosotros mismos como pequeños chapuzas caseros ávidos de desafíos de bricolaje web.
Para los que no quieran trifulcas, ya saben por dónde andan los profesionales del SEM: unos sherpas que cargan con toda tu empresa y te ayudan a plantar tu local en la cima; pronto tu vivienda web andará llena de vida como una plaza de toros en un concierto de Aerosmith.