Tomando las riendas

Leía esta tarde un artículo que comparto ahora con vosotr@s de la revista digital Entre Volcanes, sobre los cambios en nuestras vidas y cómo afrontarlos. Todo está en continuo cambio a nuestro alrededor y debemos elegir entre adaptarnos a ellos o seguir impasibles en la misma trayectoria sin investigar nuevos caminos y oportunidades.

TOMANDO LAS RIENDAS

La vida fluye y se expande porque es el ritmo natural de la existencia. De ahí que sea mejor seguir ese flujo natural que oponer resistencia a la expansión y al cambio constante.

Todo crece, cambia, se renueva y tenemos la  oportunidad de ir al frnete guiando la dirección que deseamos tomar y las experiencias que elegimos tener. En lugar de quedarnos en la retaguardia sin saber bien hacia donde vamos, frenándonos e imaginándonos las peores vivencias fruto del miedo y la inconsciencia. Dejando que las olas nos empapen como corchos en el agua.

Quizás este sea un buen momento para tomar las riendas, elegir nuestro rumbo y aprovechar la expansión y el cambio para ser mejores de lo que hemos sido,  para descubrir lo que aún no hemos podido experimentar, para ampliar nuestra conciencia y ser todo lo que podemos ser.

Aprovechar los cambios, no como algo que nos cuesta dejar ir, sino como la oportunidad de un nuevo momento, con todo su potencial y sus regalos.

Conectar con la esencia que trae el cambio para ir junto a la ola, elevándonos por encima de nuestros propios límites, más allá de lo que pudimos imaginar. Permitiendo a nuestro Ser expandirse en toda su magnificencia.

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Este artículo también me ha recordado un libro del que me habló hace unos años una persona a la que quiero mucho,  y del cual pude extraer varias enseñanzas. El libro se titula ¿Quién me ha robado mi queso? de Espencer Jhonson.

Es un cuento sobre el cambio que tiene lugar en un laberinto donde cuatro divertidos personajes buscan “queso“.  El queso es una metáfora de lo que uno quiere tener en la vida. Cada uno de nosotros tiene su propia idea de lo que es el queso,  y va tras él porque cree que le hace feliz. Si lo consigue, casi siempre se encariña con el. Y si lo pierde o se lo quitan, la experiencia suele resultar traumática. Pero por el camino vamos aprendiendo y adquiriendo lecciones que nos harán más libres.

Os adjunto un enlace en .pdf para poder descargarlo ¿Quién me ha robado mi Queso?