De acuerdo al último estudio del Instituto Nacional de Medicina Ambiental en Estocolmo, beber más de una taza de café al día está relacionado con una disminución de entre el 22 y el 25 por ciento en la posibilidad de sufrir un ictus, comparando los datos con aquellas mujeres que no beben tanto café.
Los análisis, publicados en la revista “Stroke, Journal of the American Heart Association”, se han llevado a cabo con una muestra de casi 35.000 mujeres de más de 48 años y por espacio de 10 años.
Aquellas encuestadas que bebían dos o más tazas de café a diario mostraron menos tendencia a padecer un ictus, lesión del cerebro causada por factores normalmente evitables, que las que no bebían ninguna taza de ese líquido.
No obstante, los investigadores consideran que es demasiado pronto para cambiar de forma tajante los hábitos de las personas que beben café, si bien el estudio habrá servido para disminuir la preocupación de muchas mujeres.
Los científicos también advierten que existen otros muchos factores que pueden causar un ictus cerebral, entre los que se hallan la hipertensión, el alcoholismo o los antecedentes de diabetes, todos ellos independientes de los efectos del café, de acuerdo a los datos expuestos en este estudio.
Susana Larsson, responsable de los análisis realizados, señala que, más concretamente, el consumo moderado de café se tradujo en un menor riesgo de padecer infartos y hemorragias cerebrales, así como ictus totales.
Pese a que en los cuestionarios no se preguntaba acerca del tipo de café bebido por los encuestados (descafeinado o normal), se debe tener en cuenta que en Suecia no se consume con mucha frecuencia el de tipo descafeinado.
Hasta ahora, varias mujeres evitan el café por su pensamiento de que no es sano. Esperemos que noticias como la presente dejen a nuestras lectoras un poco más tranquilas a la hora de disfrutar de una buena taza de café caliente.