Beber hasta tres tazas de café al día puede resultar beneficioso para la salud. Aunque es conveniente evitar el consumo por parte de personas con presión arterial alta, tiroides hiperactiva o que sufren de ansiedad, según Loren Wissner Greene, profesora de la New York University School of Medicine.
La cafeína puede ayudar a proteger las células cerebrales del daño que causa el Parkinson, la demencia y el Alzheimer. Los antioxidantes que componen el café, llamados polifenoles, podrían ayudar a prevenir la enfermedad del hígado. Existen estudios que indican que pueden reducir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Es sabido que el café puede causar privación de sueño, pero una taza antes de un examen, por ejemplo, también puede agudizar la memoria y favorecer el estado de alerta. Si se detecta que el efecto es excesivo, se puede mezclar el café regular con descafeinado o se recomienda tomarlo con el desayuno. Es recomendable además evitar la cafeína por lo menos cuatro horas antes de acostarse.
La cafeína puede acelerar el metabolismo y potenciar la quema de grasa, lo que ayuda a reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y la obesidad. Asimismo, el café negro es una de las opciones de bebidas más baja en calorías y puede ingerirse fría o caliente.