Ya empieza a parecer sospechoso eso de tanto visitante de gorra por la soleada España. Primero vienen los troikos y se pasan dos semanas comprobando el fastuoso desastre organizado en España por sus delegados en la provincia sur europea destino favorito para sus vacaciones, por lo menos, hacen un informito diciendo que todo está muy jodido y puede ir a peor de seguir haciendo lo que hace el gobierno que dice que le obligan desde Europa, tener tantos pobres que ya ni recaudan por el consumo y salarios tan bajos que no dan para consumir más que el trozo de pan con algún embutido barato posiblemente hecho con restos de jamelgo triturado. A este paso se volverán a producir piensos cárnicos con cadáveres de ovejas enfermas pero garantizando que no se va a destinar a las pobres vacas si no a los muy despreciables ciudadanos españoles, portugueses y griegos.
Pues no se han ido aún los de la troika y ya viene otra pandilla de gorrones esta vez como que son sólo del FMI para hacer lo mismo que acaban de hacer sus propios colegas, y también quieren estar dos semanas al sol, disfrutando de la vida española como se puede hacer cuando se cobran sueldos no españoles. Viva la tortilla, la paella, los buenos vinos y la fiesta; dentro de dos semanas se marcharán y dejarán otro informillo de un par de folios avisando de que los españoles están jodidos luego España va bien y cumple sus objetivos. A estas alturas ya es evidente que el principal objetivo a cumplir por sus delegados en provincias debe de ser éste, tener muchos pobres. Posiblemente propondrán liberalizar el mercado de venta de órganos porque a fin de cuentas para qué necesita órganos el que ni come, le basta con la parte espiritual y puede vender sus riñones y los de toda su familia sin que lo noten, porque ya ni los usan.
Y qué decir del corazón, si los españoles están descorazonados es que no lo necesitan tampoco. En realidad hasta se podría hacer una directiva que declarase a los habitantes del sur europeo como especie equina para así poder comercializar lo que no sirva para trasplantes como albóndigas de jamelgo a vender en cualquier tienda de muebles desmontados en piezas con sección de albóndigas equinas baratas. Pero cuidado, no serían catalogados como si fueran caballos, tan nobles ellos desde los árabes hasta los ponis para niños ricos y ociosos que pueden disfrutarlos en el jardín de su mansión, lo serán al modo de los burros, que por ser animales inteligentes y trabajadores siempre han sido despreciados en un país que adora lo contrario de lo que son los esforzados burros. No hay más que ver a las presuntas elites gobernantes para entender que el problema de España es la mala calidad de las bestias que pueden acceder al poder, reservado a animales improductivos y de escasas luces, más bien al nivel de las babosas que de los muy dignos burros.
Señores troikos, señores lagardianos, no vengan a gorrear a la reserva de indios pobres del sur del continente, vayan ahora mismo corriendo a Alemania con unos cubos para achicar aguas que al parecer andan inundados sus amados germanos y ustedes se escapan a tumbarse al sol en lugar de socorrer a sus más queridos ciudadanos del norte europeo, no se vayan a ahogar. Porque si nos piden a nosotros ayuda para ellos les devolveremos la misma que ellos nos aplican y les lanzaremos salvavidas, pero de piedra que no flotan. Otro día ya hablaremos del Michael Douglas y sus costumbres gastronómicas.