Tomic agiganta a un Madrid que empata la serie y acaba con la imbatibilidad del Palau
Publicado el 25 marzo 2010 por Toni_delgado
@ToniDelgadoG
Navarro intenta doblar un balón ante Tomic -EFE.
Llegó a principios de año a Madrid como el enésimo fichaje de un Madrid en constante improvisación, pero en poco más de dos meses se está convirtiendo en un jugador capital. Tomic aterrizó en el aeropuerto de Barajas con dos cosas bajo el brazo, el hecho de ser el máximo anotador de la Liga Adriática y la absurda responsabilidad de ser considerado por muchos el Pau Gasol del Este. Sea cual sea el futuro como jugador, su presente es sugerente, pues Tomic fue con 22 puntos y cinco rebotes el protagonista individual del triunfo colectivo del Madrid por 63-70 en el Palau, donde no se imponía desde que ganó la última Liga, el 25 junio de 2007, y el Barça no cedía desde hacía un año y un día, cuando perdió contra el Tau en la misma eliminatoria del mismo torneo. Dirigido por un excelente Prigioni, el conjunto de Messina logró empatar a uno la serie de cuartos de la Euroliga y afrontará los dos siguientes partidos en Vistalegre, el primero el martes 30. El Barça, tan incómodo como falto de ideas y recursos fiables, sólo estuvo por delante dos veces (2-0 y 22-19) y presentó su versión más minúscula ante un gigante como Tomic.
Los azulgrana sólo llevaron la iniciativa en el marcador durante poco más de medio minuto, en concreto en 32 segundos de la primera parte. Siempre fueron a remolque, actuando más por necesidad que por convicción, priorizando el instinto y la puntería por encima de lo racional y más seguro. Mantuvo el Barça una línea irregular en un partido en el que compareció mal y despidió peor: demasiadas prisas (6/23 en triples), innumerables dudas y concesiones. Muchas concesiones, especialmente en jugadas de uno contra uno que, sin duda, los jugadores del Madrid sin duda agradecieron. Sobre todo Tomic, brillante en el primer cuarto (8-15, el peor cuarto del curso de los azulgrana, que sólo anotaron dos canastas en juego) y en el último con dos canastas (la segunda tras rebote ofensivo) que acabaron con la esperanza local, concretada en su gran valedor del primer partido de la eliminatoria: Mickeal (13 puntos). Un jugador que suele repetir que no siente la presión, que siempre tiene la misma actitud. El perfil de salvador perfecto. Mickeal iba camino de serlo otra vez tras anotar siete puntos seguidos para reducir a dos (52-54 a 5m 08s) una diferencia que había alcanzado un máximo de doce (38-50 a los 29m 44s).
La racha de La Bomba
Pero Mickeal se quedó solo en la causa, pues la aportación final de Lorbek (12) y Vázquez (10) fue insuficiente para contrarrestar a Tomic, siempre superior a ambos y que no permitió que el final fuese calcado al partido anterior: 58-65 tras una acción de Lavrinovic a 1m 25s. Casi inédito en los tres primeros cuartos, el pívot lituano fue importante en el último aportando cuatro puntos, la misma recompensa que obtuvo Navarro. El icono del Barça continúa inmerso en una racha inédita en su carrera (1/9 en tiros de campo). Hasta la Copa del Rey La Bomba había sido un anotador muy fiable, tanto desde fuera como por dentro. Ahora parece otro jugador: acumula 0/10 en triples en la serie y sólo ha anotado 16 de los últimos 79 que ha lanzado. Tampoco Ricky fue el habitual, el que había ninguneado a Prigioni en los duelos entre azulgranas y blancos. El ex jugador del DKV Joventut aportó cinco puntos (1/7), no repartió ninguna asistencia ni recuperó ningún balón. Ahí estuvo una de las diversas diferencias entre ambos equipos: la intensidad. Los visitantes robaron siete pelotas por los cinco que perdieron, mientras que el balance del Barça fue todo lo contrario: 2-10.
Lo dijo muy bien Navarro para el Canal 33: su equipo necesita recuperar “la confianza y alegría en el ataque”. En definitiva reconocerse y volver a intimidar al Madrid como había logrado antes de la eliminatoria, como ha conseguido hacer durante el año ante casi todos los rivales. “Estoy muy preocupado. No parecía hoy el equipo que ha tenido 3 derrotas, sino 23”, sentenció Pascual, descontento porque su equipo no supo circular bien el balón y nunca se encontró a sí mismo. Tampoco fue capaz de frenar a Tomic, que agigantó al Madrid y le permitió empatar la serie. El Palau, tras 34 victorias consecutivas, volvió a sufrir una derrota del Barça.