Tomorrowland o el arte sin fondo

Hola henryadictos,

Esta es mi primera crítica de cine, y he decidido empezar con una película de Ciencia ficción que está en cartelera (aunque por su escaso éxito por poco tiempo). Se trata de un nuevo intento de Disney de crear un mundo de fantasía en imagen real "El mundo del mañana" (Tomorrowland).

Este film es del creador de dos películas de animación magníficas y temáticas tan diversas como "Los Increíbles" (2004) y "Ratatouille" (2007), Brad Bird,Ambas películas son originales y llenas de fantasía, en esta línea si alguno quiere descubrir una de las mejores y más hermosas películas de animación que se han hecho deberíais ver "El gigante de hierro" (1999) una de sus primeras obras.

Pero vayamos con lo que no ocupa, ¿qué es Tomorrowland?, es un ejercicio de imaginación sin precedentes, con unos grandes recursos técnicos pero apoyado en un guión flojo y unos personajes sin demasiado carisma, un "malo" desaprovechado y una duración escasa, sobre todo en la fase del desenlace.

La historia nos introduce en un mundo de fantasía paralela a nuestra realidad. Nos recuerda en algunos aspectos a algunas películas recientes como por ejemplo "John Carter", aunque en una ambientación y el diseño de producción nos recuerda a la maravillosa "Rocketeer".A su vez crea una cierta sensación carrusel creativo, de emociones; una lluvia de ideas que durante buena parte de su desarrollo nos mantiene enganchados a la historia, pero que nos decepciona con un final atropellado; simple y sin sentido, con el clásico toque edulcorado que intenta dejar a todos contentos y poner el sello Disney a una película más de ciencia ficción fallida.

La historia de la protagonista tiene poco interés (y sentido), mientras poco a poco vamos descubriendo el mundo del mañana, pero de manera que nos quedamos con ganas de más, de conocer algo más que la dualidad mundo ideal / mundo destruido, que es lo único que nos muestra la trama, desaprovechando este mundo de fantasía ideal.Por ello lo que empieza siendo un cuento fantástico apasionante al que nos vamos enganchando poco a poco termina convirtiéndose en algo diametralmente opuesto, debido a su atropellado final, con unos actores desbordados por la acción e incapaces de desarrollar sus personajes a tal velocidad, inmersos en un metraje excesivamente corto (puede que con 10-15 minutos más hubiera sido suficiente), lo cual lastra de manera inequívoca el resultado final.