Revista Viajes

Tonga: nuku’alofa, la capital

Por Eazkoitia
TONGA: NUKU’ALOFA, LA CAPITAL
Amaneció con fresquito el día posterior a mi llegada al país. Todavía no me podía creer que lo había conseguido. Pero no estaba todo hecho aún. Me quedaba coger un vuelo local de Nuku’alofa a Vava’u, mi destino final. Pero eso era por la tarde, por lo que tenía toda la mañana para pasearme por la capital del país.Así que mientras desayunaba hablé con la señora de la casa, una encantadora mujer tongana con facilidad para reír y cantar. Me dijo que me fuese a dar una vuelta por el mercado y ya de paso que mirase el palacio real. Tonga es el único reino del Pacífico y las únicas islas que nunca han sido colonizadas ni conquistadas y los tonganos están muy orgullosos de ello.Salí a pasear y enseguida me di cuenta de que Tonga no es como los países del Sureste Asiático. La gente va tranquila, los coches van bastante lentos y los pocos que circulan lo hacen de forma ordenada. No hay aceras pero las carreteras son suficientemente anchas como para caminar sin miedo a morir atropellado. No hay mucha suciedad desperdigada y, al ser invierno, ni siquiera hacía calor. Se estaba perfecto.Llegué hasta la oficina de información, donde me dieron un mapa con una ruta por los puntos emblemáticos de Nuku’alofa. Se recorren todos en menos de una hora, así que me lo tomé con calma.TONGA: NUKU’ALOFA, LA CAPITAL
Pude ver el Palacio Real, construido en Nueva Zelanda y transportado en barco hasta Tonga en 1867. Aquí adoran a sus reyes, que fueron coronados el pasado 4 de julio. Toda la capital está llena de carteles dándoles la enhorabuena y diciéndoles cuánto les quieren, es impresionante. Rodeé los jardines del Palacio y cuando estaba pasando por delante de las casetas de los guardas vi un pájaro enorme volando hacia un árbol, pensé que era un halcón como los que hay en Nueva Zelanda pero me extrañó al ser Tonga un país tropical. Me fijé mejor… era un zorro volador enorme. Se posó en la copa del árbol y se quedó colgando junto al resto de la familia, al menos una decena de vampiros. Menuda sorpresa.TONGA: NUKU’ALOFA, LA CAPITAL
Seguí mi camino y ascendí al pico más alto de la isla de Tongatapu: Zion Hill, que se alza majestuosa a 15 m sobre el nivel del mar. Tardé menos de un minuto en subir y bajar.TONGA: NUKU’ALOFA, LA CAPITAL
Fui a ver las tumbas reales (Mala’e Kula), muy de lejos porque el recinto en el que están está cerrado. Y llegué hasta un centro de artesanía local. Desde ahí me fui hasta el mercado y hablé con una de las tenderas acerca de sus tapiocas y kumaras, riéndonos bastante cuando llegamos a las sandías y le expliqué mi intento de cultivarlas en Nueva Zelanda.TONGA: NUKU’ALOFA, LA CAPITAL
Después del paseo fui al aeropuerto a esperar mi vuelo hacia Vava’u, que salió puntual a las 16:20. Enrique

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