Revista América Latina

¿Tonterías?

Publicado el 14 febrero 2013 por Jmartoranoster

ASALIA VENEGAS S. 

En 14 años del proceso bolivariano, muchos han sido los logros en lo material e inmaterial. La reiterada batalla de las ideas, en la que ha insistido el Presidente, tuvo como inicio preguntarnos qué somos y qué camino hemos recorrido para entender a cabalidad el punto en el cuál estábamos, a finales de la década de 1990, cuando el bolivarianismo arribó al poder.En 14 años del proceso bolivariano, muchos han sido los logros en lo material e inmaterial. La reiterada batalla de las ideas, en la que ha insistido el Presidente, tuvo como inicio preguntarnos qué somos y qué camino hemos recorrido para entender a cabalidad el punto en el cuál estábamos, a finales de la década de 1990, cuando el bolivarianismo arribó al poder.

Las batallas geopolíticas que se han dado, en casi década y media transcurrida, tuvieron como premisas afianzar el papel de la Opep en lo internacional, en la defensa del precio de venta de nuestro principal rubro de exportación; fortalecer a los gobiernos de la región y las alianzas que redundarían en esa mirada hacia el sur, cuando H. Chávez se convirtió en el adalid de la frase: “Nuestro norte es el sur”.

El esfuerzo integracionista, hacia la unión y apoyos diversos a los gobiernos de A. Latina, con el impulso de Venezuela, ha cristalizado de 2004 a 2011 en la creación de la Alba, la Unasur y la Celac; de esta se acaba de realizar su II Cumbre en Chile. Todos los mandatarios allí reunidos reconocieron la labor del presidente Chávez por dar esta fisonomía a nuestras regiones organizadas en la Celac; una América Latina que busca fortalecerse con voz propia y sin la tutela del norte.

Esos proyectos, que se veían como quimeras, han cristalizado. Hoy formamos parte del Mercosur y los mecanismos de integración han tenido un rol activo en el tratamiento de problemas políticos con relación a Ecuador, Bolivia, Paraguay y Honduras. En un territorio de 20 millones de kilómetros cuadrados y una población de casi 600 millones de habitantes, se hacen esfuerzos loables por su integración social, cultural, económica y política y por su desarrollo.

En el imaginario colectivo, la revolución bolivariana ha tallado con el cincel de la Constitución nuestra idiosincrasia e ideas patrias de la heroicidad, libertad e independencia que nos proclama como el pueblo de Bolívar. La simbología que sintetiza nuestra bandera, el escudo y el himno nacional, ha tenido un rol protagónico bajo el liderazgo del presidente Chávez. Este proceso ha remarcado en estos pivotes ideológicos hacia la soberanía e independencia. Los voceros de la oposición califican esto de tonterías. ¿Sí? ¡Esto es la mies de la revolución!

Asalia Venegas S.
Periodista/Prof. universitaria

 
¿Tonterías?

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