Tonto patriotismo.
Original de: Miguel Ángel García CalderónCada doce de octubre, para mí, es uno de esos días que no tengo nada que celebrar pese a que para muchos de mis contemporáneos fue ése día, hace cientos de años atrás, cuando dos mundos totalmente distintos se fusionaron para crear, sin proponérselo, el actual occidente mundial.
Pese a lo anterior no soy de los que ve en los descendientes de los españoles, ingleses [para los estadounidenses] o portugueses [si nos referimos a Brasil] a personas no gratas en el territorio americano y eso es algo que, terriblemente, ocurre -todavía- en éste mundo globalizado.
La Conquista, es cierto, fue algo que muchos de nosotros desearíamos eliminar de la historia Universal pues le trajo a mis antepasados, y a muchos de los suyos amable lector, grandes tormentos.
Pero también debemos reconocer que irónicamente fue la forma en la que América [el continente] vio impulsado su desarrollo.
Ocurrió algo el otro día en una charla con conocidos que me hizo ver cómo, terriblemente, los prejuicios hacia los extranjeros o más propiamente un falso y tonto patriotismo sigue vigente en nuestro día a día.
El lunes cuatro de febrero [de dos mil trece] siete mujeres fueron agredidas por cinco personas armadas en un balneario en la ciudad de Acapulco [México]; seis de ellas fueron violadas y la que se salvó gozó de dicho privilegio por ser mexicana ya que las violentadas sexualmente fueron españolas.
Cuando compartía la nota con un grupo de amigos un comentario salió a la luz luego de haber leído parte de la entrevista que concedió la mujer mexicana que se salvó de la agresión sexual.
En la nota periodística ella [la mujer mexicana] aseguró que se vio congratulada por los mal vivientes cuando éstos se percataron de su nacionalidad.
Quizá se quisieron vengar por lo que nos hicieron los españoles cuando nos conquistaron -aseguró uno de mis compañeros de charla.
Mi reacción fue de desapruebo y para mi consuelo varios de quienes compartían la mesa pensaron lo mismo que yo.
Ya entrando a debate mi amigo no le quedó de otra más que limitar su comentario inicial y aunque no lo enmendó creo entendió que lo que había comentado no fue del todo acertado. Terriblemente él es una persona preparada, con estudios que llegan a nivel licenciatura.
Lo anterior, curiosamente, fortalece un comentario de un futbolista mexicano por naturalización acerca del nacionalismo mexicano.
Guillermo Franco, futbolista, argentino de nacimiento y legalmente mexicano dijo para ESPN el cinco de febrero del dos mil trece que el patriotismo o nacionalismo que tiene el mexicano -acerca de si los mexicanos naturalizados deben o no jugar en la Selección de fútbol- es un absurdo.
Evidentemente el comentario va centrado a un tema deportivo pero sin duda se puede aplicar a temas un poco más generales.
Decir que somos patriotas es exagerado y mal encaminado. Asegurar o anhelar venganzas por algo ocurrido hace muchos, muchísimos años, es tonto.
Pensar que los descendientes lejanos de quienes invadieron tierras Mesoamericanas deben de pagar por lo que Colón y los que le siguieron hicieron es estúpido y de poco cerebro.
Afortunadamente senadores del Partido Popular [PP] en España pidieron a sus compatriotas no estigmatizar ni el destino [Acapulco] ni el país pues la barbaridad ocurrida pudo haber ocurrido -dijeron ellos- en cualquier parte del mundo.
Tenemos, pues, en México un patriotismo mal entendido ya que algunos tristemente lo aplican hacia el hecho de vengar lo que les hacen -o hicieron- a otros mexicanos.
Ser nacionalista es defender a nuestro país, amarlo, respetarlo y buscar con nuestras acciones enaltecer en planos internacionales el nombre de la nación.
Nunca, nunca, ser vengativo o gozarse de lo que otros compatriotas les hacen a ciudadanos extranjeros, sean éstos españoles, italianos o cubanos, etc.
acapulco, mujeres violadas acapulco, españolas violadas méxico, guillermo franco, espn guille franco, nacionalismo es tonto guille, futbolista monterrey La imagen que encabeza éste artículo la obtuve de la página en Flickr del Gobierno Federal.