Como en el fondo -muy en el fondo- somos unos sentimentales, os dejamos por aquí un vídeo que nos ha tocado la patata, con Robert Downey Jr. metiéndose en la piel del ingeniero multimillonario Tony Stark, pero no para interpretar a Iron Man, sino para entregar a Alex, un niño de siete años discapacitado muy fan de los superhéroes, uno de sus brazos biónicos que funciona como prótesis para el pequeño, quien reconoce a la estrella rápidamente.
El brazo biónico fue creado por el estudiante de ingeniería Albert Manero, que dona sus construcciones creadas en impresoras 3D a niños de todo el mundo a través de su compañía, Limbitless Solutions, cuyo plan es que dichas impresoras sean colocadas en todos los rincones del planeta para que los pequeños que viven en países tercermundistas también puedan acceder a esos diseños.
¿Se puede ser más bonicos?