Too good to be true!

“Primero te voy a amar con el alma, después conversaremos, hablaremos de nosotros, dormiremos, haremos proyectos de viajes, de compartir felicidad y amor, reiremos y te abriré mi corazón. Disfrutaremos mutuamente, nos desearemos  y me deleitaré con todo tu cuerpo. Y dormiremos abrazados, disfrutando juntos de un descanso con la mejor compañía que jamás habría podido imaginar. Me gustaría despertar desnudos abrazados y verte y sentirte a mi lado.”

Pues sí, todo esto y más es lo que me guasapea mi chico.  Supera cualquier expectativa que hubiera podido tener en mis sueños más salvajes.  Seguro que entendéis que sólo con leerlo ya me pone cardíaca.  Luego llegan mis findes de single y, claro, nos dedicamos al Folling de 400 calorías quemadas mínimo en cada sesión…. así me estoy quedando, tipazo total!! si ya dicen que el sexo tiene incontables propiedades, como que chuparla quita la depresión, jajaja, lo que no se especifica es si es al hombre o a la mujer… El vecino ya nos ha llamado la atención varias veces del ruido y ¿qué quiere que hagamos? cuando la necesidad aprieta, es difícil contenerse.  Mucha envidia es lo que hay.

Cuenta la leyenda que cuando no puedes dormir por las noches es porque estás despierto en los sueños de otra persona y yo, últimamente, no duermo mucho, saber que te desean y te sueñan, que alguien piensa en ti, que te anhela, que se queda despierto esperando entrar en tus sueños, es sumamente estimulante.

Va a ser verdad eso de que, de vez en cuando, el destino hace de las suyas y, sin esperarlo, conoces a alguien que te hace soñar despierta.  Esas cosas pasan y, esta vez, me ha tocado a mí.

Me estoy poniendo muy sentimental, pero es que me mola tanto sentirme tan plena, feliz y desinhibida, poder sentirte así y que la persona que tienes al lado no piense que eres intensa en exceso, ni se sienta amenazado.  Joder, con la edad que tenemos como para no dejarte llevar o no ser intenso.  Si algo he aprendido es que hay que coger las oportunidades, de cualquier tipo, al vuelo, dejar que fluyan las cosas, disfrutar el momento y no preocuparse demasiado por el futuro.

Después de otro fin de semana glorioso, sólo puedo pensar en lo que decía Fiodor Dostoievski: ¿Y con qué voy a soñar cuando he sido tan feliz despierto?