Artista: Tool
Álbum: Fear Inoculum
Año: 2019
Género: Heavy prog
Nacionalidad: EEUU
Trece años después, la espera terminó. "Fear Inoculum" es el quinto disco largo de Tool, luego de años en el que, durante numerosas ocasiones, ha habido rumores de su regreso. Casi 5000 días de silencio, con numerosas noticias de "este año sí" que acabaron por hacerse realidad a principios de 2019. En ese momento, el grupo confirmaba que ese año sí tocaba disco nuevo y, para despejar dudas, ponía la fecha de salida del disco el 13 de agosto. Más adelante se retrasaría unos días la fecha oficial. Tool saca el 30 de agosto su quinto y tan esperado trabajo de estudio, en un espectacular CD BOX SET que ha sido diseñada por el guitarrista Adam Jones.
Otra de las grandes sorpresotas que nos trae siempre el Mago Alberto, ahora para sacarse el sombrero. Publicado en bruto, sin siquiera haber escuchado más que uno de sus temas, les pasamos la data, ya está en la calle, y lo presentamos, al menos someramente, en el blog cabezón.
A menudo pienso en lo tremendamente injusta y hasta cruel que es la labor de un crítico musical. En apenas un par de escuchas se supone que debemos juzgar y valorar un trabajo que ha tardado meses, cuando no años, en ser creado, pulido y presentado tal y cómo el artista tenía en mente. Eso en el mejor de los casos, siempre que no nos veamos forzados a realizar un único y atropellado acercamiento por exigencias de las discográficas en las malditas listening sessions. Si además se trata de una obra que ha esperado su momento durante más de una década y sus autores son uno de los grandes iconos de su género como es el caso de Tool, obvia decir que la tarea ya de por sí impone. Por suerte, aquí he tenido el tiempo suficiente para saborearla, aunque seguramente no el necesario.Gonzalo Puebla
Porque de entrada esa pesada losa de 13 años que separan 10,000 Days de Fear Inoculum se presenta como un escollo casi insalvable a la hora de evaluarlo en su justa medida. Por méritos propios, este quinto disco de Tool se había convertido en su particular Chinese Democracy. La diferencia es que si aquella locura perpetrada por Axl Rose estaba abocada al fracaso desde antes de nacer, en el caso que nos ocupa era de esperar un resultado más acorde a los standards de calidad que los californianos siempre han acostumbrado.
Lo más fascinante, y diría que hasta milagroso, ha sido ver como la banda ha sabido manejar los tiempos a su antojo, manteniendo a lo largo de todos estos años el secretismo absoluto sobre lo que estaban cocinando en el estudio. En una época en la que las bandas nos muestran hasta dónde hacen sus necesidades mientras graban, Maynard James Keenan y sus chicos han controlado toda la información hasta este último mes de agosto en el que han ido filtrando los detalles de lanzamiento. Desde la aparición de su catálogo al completo en las plataformas de streaming hasta la cuidada (y excesivamente cara) presentación del packaging del álbum, prácticamente no ha habido un solo día en el que Tool no hayan sido noticia en estas últimas semanas para desgracia de sus haters. Pero en cuanto a lo que podríamos encontrarnos musicalmente, seguía siendo una incógnita.
Y ahí viene la primera sorpresa nada más abrir la lata; que por mucho tiempo que haya transcurrido, Tool siguen sonando a Tool, aunque esto suene a una obviedad como un templo. La propia ‘Fear Inoculum’ ya nos adelantaba sus intenciones a modo de extensa carta de presentación. Ir reencontrándote poco a poco con ese feeling tan único que muchos han intentado imitar sin éxito durante tres décadas y que sólo ellos son capaces de recrear… es poco menos como sentir que has vuelto a casa.
Pero aunque todo resulte agradablemente familiar, Fear Inocolum es capaz de marcar distancia respecto a sus hermanos mayores. Estamos ante el trabajo más progresivo de su carrera (que ya es decir), donde cada una de las canciones se van construyendo a paso lento, sin prisas por hacerte llegar a un destino en concreto. Porque aquí el destino es el viaje en sí mismo. Un trayecto en el que esta vez Maynard no ejerce de guía, o al menos su protagonismo queda más en la sombra, adquiriendo más el papel de narrador con un registro vocal que en muchos instantes se asemeja al que utiliza en A Perfect Circle. Menos poderoso, pero más cálido y humano.
La tarea de cogernos de la mano y llevarnos por su universo recae en la parte instrumental, con un Danny Carey estratosférico tras los parches siempre bien escudado por Justin Chancellor y Adam Jones tomando el mando. Suyos son muchos de los momentos más sobrecogedores y emocionantes del álbum, como la segunda mitad de ‘Pneuma’, cuyo desarrollo es para enmarcar y colgarlo en un museo, o el brutal slide que se marca en ‘Descending’ con un tono de guitarra que sólo podría pertenecer al planeta Tool.
Claro que no todo siempre ha sido perfecto en sus álbumes y Fear Inoculum también tiene sus propios pecados. ‘Culling Voices’ es un corte que arranca bien pero justo cuando llega el momento de explotar su resolución se torna un tanto simple. Junto al experimento percusivo de ‘Chocolate Chip Trip’, son los momentos menos interesantes del disco. Menos mal que para acabar llega ‘7empest’ para hacer honor a su título. Como si todo lo anterior hubiese sido una antesala para la tormenta perfecta, Tool ponen la maquinaria a funcionar gracias a un riff diabólico a cargo de Jones y un Keenan, ahora sí, en modo Dios. Un cuarto de hora final épico que nos retrotrae a los Tool más noventeros y que muchos ya se atreven a colocarlo como uno de los mejores momentos de toda su carrera.
Personalmente aún no diría tanto, pues como suele ocurrir se necesita de tiempo para valorar y situar en el ranking una obra tan compleja como ésta. Lo que sí es seguro es que los más fanáticos vamos a disfrutar como enanos durante las próximas semanas descifrando cada uno de los secretos que guarda Fear Inoculum. Bienvenidos de nuevo a la espiral.
Este espacio queda abierto para quien escuche el disco y quiera hacer un comentario... soy todo oídos.
El grupo empezó a grabar en marzo de 2018 con el productor Joe Barresi, con el que ya habían colaborado en 10,000 Days, en unas sesiones que duraron al menos hasta septiembre. En enero de 2019, Keenan anunció que ya estaba todo grabado y que estaban en las fases de mezclas. Tras anunciar el título del disco, el propio Keenan dejaba claro en julio de 2019 que se "había quitado un peso de encima", poco antes de que el grupo presentase la portada y confesase que la duración de Fear Inoculum se iría hasta los 85 minutos en sólo siete canciones.
Como yo no voy a dejar ninguna impresión antes de escucharlo bien, mejor dejo alguna impresión de terceros.. que para eso están, no?
No esperábamos para nada estar en pleno domingo con un nuevo disco de Tool en nuestros reproductores. Es hasta difícil de creer. Pero aquí estamos, pudiendo escuchar Fear Inoculum unos 5 días antes de su lanzamiento oficial, y no podemos evitar compartir nuestras primeras impresiones del esperadísimo nuevo trabajo, que llega 13 años después de 10,000 Days. Esta es nuestra primera toma de contacto, que no hará sino evolucionar conforme le damos más escuchas al disco.Blackgallego
Fear Inoculum
Tool suelen empezar los discos con un pelotazo, aunque esta ya la conocíamos. Quizá por eso es una buena elección, un tema que ya convence para mantener el hype. Desde que salió me ha ido convenciendo más y más.
Pneuma
Más tradicionalmente Tool, como si no hubieran pasado más de 10 años desde su último disco. O que estemos a casi 20 años del Lateralus. Pasa el corte de primeras, veremos a la escucha 16.
Invincible
Una de las que tocaron el directo, que todos los que tuvieron la suerte de presenciarla dijeron que mojaron un poco la ropa interior al escucharla. Yo un poco también, no os lo voy a negar. Qué flow más irresistible. Soberano temazo.
Descending
Otra de las que han tocado en directo. Con esta ya confirman el tono que buscan para este disco. Más melódico, menos en tu cara, mismos Tool progresando a fuego lento la canción hasta un clímax vigorizante. Están todos a un nivel altísimo aquí y el tema es muy gustoso de primeras, con muchos detalles guays que molará desmenuzar con las escuchas.
Culling Voices
A estas alturas ya todo parece más lo adecuado para un disco de Tool. Las estridencias están muy limitadas, la voz de Maynard nunca había sonado tanto a una mantita calentita que te arropa, y esta es lo más cercano que han estado a una balada. Tool juegan muy bien contra lo esperado sin renunciar a lo que los ha convertido en una de las bandas más influyentes de los últimos 30 años. El final, apoteósico.
Chocolate Chip Trip
La movidita experimental de 4 minutos, por supuesto. Mucho han tardado en meterla. Al menos tenemos solaco de batería.
7empest
Primero, cambiar letras por números. En 2019. LMQOP, Tool. Menos mal que el tema es gloria bendita. No veo una locura que apunte a ser top 10 de las canciones del grupo. O top 5. O yo que sé, pero menudo temazo catedralicio. Necesito ponermerla otra vez YA.
Algunas conclusiones rápidas:
-Quizá sea la emoción, pero se me ha hecho muy ligero para lo largo que en realidad es (casi una hora y veinte). Ayuda la sensación de poco relleno (aun queda para que salga la versión con más interludios) y lo bien que saben mantener el momentum.
-Como ya se apreciaba de ‘Fear Inoculum’, la cosas sigue sonando a Tool, pero han encontrado nuevos lugares que explorar con la fórmula y ayuda a sentirse fresco. Casi ni parece que lleven más de una década sin sacar nada.
-De primeras, ya se siente mejor que 10,000 Days, un disco notable pero con más problemas de ritmo interno. Mucho potencial en varias canciones ya apuntan a estar entre sus quince mejores composiciones (o al menos estar en la conversación). Los highlights: ‘Invincible’ y ‘7empest’.
Esta crítica no es más que una foto. Una precipitada instantánea de la expresión boba que queda en la cara después de escuchar el artefacto con el que llevas fantaseando más de una década. En todo este tiempo no sólo tuvimos tiempo de fantasear, también odiamos este disco, lo maldijimos, lo ridiculizamos y hasta no olvidamos de él. Luego tomó nombre, cambió de «el puñetero nuevo disco de Tool» a «Fear Inoculum«, y empezamos a darnos cuenta de que, además de ser una realidad, llegaba lo más difícil, enfrentarnos o abandonarnos a él.Rafa Diablo
Como niños en el asiento de atrás nos preguntamos ¿Hemos llegado ya? Y aquí estamos, realizando por fin el viaje con Tool al volante. Un viaje de siete piezas en una hora y veinte minutos, que se convertirán en una nueva aventura en cada escucha. Dudas entre si reconforta o molesta el que la banda conduzca por sendas que pareces haber recorrido antes, pero ojiplático entiendes que se trata de un viaje demasiado atractivo como para no volver a recorrer. Y esta es la foto de hoy, un disparo tembloroso que sin embargo ya permite resolver algunas incógnitas:
El inicio con la pieza que titula el disco, Fear Inoculum, cobra sentido como comienzo del todo. Pneuma podría ser la más equilibrada del disco, es la que más hondo llega en primeras escuchas pese a mantener los patrones intrincados y las largas estructuras, rasgos innegociables que encontraremos en todo el recorrido del disco. Como si fueran gemelas, separadas por el sonido de las olas del mar, las bien conocidas en directo Invincible y Descending suben como la espuma en el eje central del álbum; la producción no es especialmente gloriosa, pero en este caso es un elemento vital que cumple sobradamente. Culling Voices es la más breve, sin bajar de los diez minutos presenta la curva más marcada de todo el trabajo; con una mitad sutil, casi silenciosa, y un tramo final prominente. Chocolate Chip Trip es la trampa, una diversión rítmica que podría tomarse por solo de batería excelsamente adornado, y soberbio por otro lado.
Y es maravilloso que Maynard por fin aparezca cuando llega 7empest, la prometida gran pieza del puzzle, con más de quince minutos, y en la que se podría esperar que el cantante pudiera volver a pasar de puntillas. La gran creación del disco, esa a la que podemos apuntar con una sonrisa en la cara cuando se tache a Tool de excesivamente precisos y cerebrales. Cuando parecía que apenas había hueco para la víscera, aparece un tema en el que podemos ver rasgos de los Tool del Undertow (1993), cerrando el puño y golpeando a base de riff, con Maynard rompiendo su voz y rescantando registros olvidados entre una amalgama de reconfortante exuberancia sonora. La guitarra de Adam Jones despliega toda su versatilidad, a Chancellor se le vuelve a escuchar retumbar desde bajo el agua, y Danny Carey permanece en el estado glorioso que demuestra en todo el álbum.
Pese a ser un trabajo extenso, es difícil saber dónde meter tijera. Podemos decir que, pese a no tener picos (hits) pronunciados, en general se percibe como un conjunto mucho más sólido que el anterior trabajo del cuarteto. Por contra, y teniendo en cuenta el modo enfermizo en que se compuso este disco, es entendible que se pueda afirmar sin tapujos que se trata del trabajo más gris de Maynard en toda la discografía de la banda.
Pero todas estas palabras no hacen justicia. Apenas unas escuchas del disco no pueden resolver las preguntas que nos hicimos durante años. Pero hoy tocaba dejar de este modo mi foto de este preciso momento. Apresurada, descuadrada, desenfocada, y mal revelada. La foto de una travesía que todavía se percibe oscura, aunque con brillantes relámpagos detrás de la bruma. Con más escuchas las nubes grises de este viaje se disiparán, y estoy seguro que cuando el tiempo condense toda la niebla en la ventanilla, estaré listo para que Fear Inoculum me cale hasta los huesos.
Sin palabras, al menos no hasta que lo escuche. Después, quizás exista o nazca alguna. Pero ahora el comentario lo tendrán que hacer ustedes mismos.
Lista de Temas:
01. Fear Inoculum
02. Pneuma
03. Litanie contre la Peur
04. Invincible
05. Legion Inoculant
06. Descending
07. Culling Voices
08. Chocolate Chip Trip
09. 7empest
10. Mockingbeat
Alineación:
- Maynard James Keenan / lead vocals
- Adam Jones / guitar, sitar
- Justin Chancellor / bass
- Danny Carey / drums, percussion